«La sirenita», Disney y su manía de versionarse

Miguel Anxo Fernández

CULTURA

Fotograma del filme «La sirenita».
Fotograma del filme «La sirenita».

La película firmada por el obediente y disciplinado Rob Marshall trata de colar la actualización de la cinta animada con unos cuantos apuntes coyunturales sobre la igualdad de razas y la mujer

08 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada importaría, de no ser porque se vende como un live action de su original animado de 1989 La sirenita. Aquella cinta animada que suponía el regreso de la productora Disney a una senda de éxitos la acabó confirmando como líder de la especialidad hasta la irrupción de Pixar en 1995, con el novedoso 3D y su Toy Story. Convertidas ambas compañías en una sola desde hace un tiempo, en los últimos años la marca de Mickey Mouse tiene a bien reconvertir sus clásicos inmortales en películas con acción real, y el resultado deriva en taquillazos, sí (de eso se trataba), a cambio de profanar las calidades originales. Esta Sirenita sería otro mainstream de tantos de no guardar relación con aquella, pues las comparaciones, además de odiosas, suelen acabar en desastre. El obediente y disciplinado Rob Marshall conoce su oficio, sabe colocar la cámara, tirar planos y dotar de ritmo estándar a sus productos, pero pierde la batalla global, aunque su responsabilidad será indirecta. Lo de mezclar actores con el también real crustáceo Cristóbal y sus colegas deriva en cante (además de sosería…).

Aplicar un lifting a un filme mítico, aunque sea como remake, es casi tan viejo como el propio cine. Y de eso Hollywood sabe un montón. Pero pocas veces sale bien. La gente de Disney lo habrá tenido muy en cuenta, y su truco está en aplicar fuertes dosis de coyuntura para colarnos la actualización. Como ocurre con la protagonista, aquí de raza negra (y conste que Jonah Hauer-King se luce), o al sacar al rey Tritón como padre de siete bellezas, cada cual hija de su madre en un intento de hacer que todas las señoras del mundo tengan su referente. Vamos, lo del derecho a elegir la vida que uno quiere —solo faltaría—; de ahí que nuestra sirena se reintegre entre los mortales mediando Cupido, aunque su príncipe azul vaya algo falto de carisma.

En un desigual CGI (imágenes generadas por computadora) se pulieron una millonada, que seguramente recuperarán, aunque sin venirse arriba. Pongamos de colofón a Bardem, al que, sin cuestionar su valía profesional, habría que decirle aquello de «nunca digas nunca jamás», pues se hartó en el pasado de despotricar contra este tipo de cine y estos personajes, y aquí lo tienen.

«THE LITTLE MERMAID»

EE.UU., 2023.

Director: Rob Marshall.

Intérpretes: Jonah Hauer-King, Halle Bailey, Javier Bardem, Melissa McCarthy, Daveed Diggs, Jacob Tremblay, Lorena Andrea, Sienna King.

Fantástico / musical.

135 minutos.