Menos mal que existieron Siniestro Total

Javier Becerra
Javier becerra REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Siniestro Total actuando en La Iguana de Vigo en 2011
Siniestro Total actuando en La Iguana de Vigo en 2011 Óscar Vazquez

Revolucionarios. Fundamentales. Inspiradores. Claves. Músicos, promotores, críticos, actores y escritores coinciden en la importancia y trascendencia del grupo de Vigo que esta semana anunciaba su último concierto

21 feb 2022 . Actualizado a las 09:13 h.

Jesús Ordovás, legendario locutor de Radio 3 y unas de las firmas más autorizadas para hablar del rock en España, lo tiene claro: «Siniestro Total son los grandes revolucionarios del rock de este país. En Madrid estaban Ramoncín y Kaka Deluxe, pero la influencia de los vigueses fue infinitamente mayor». Iván Ferreiro, quien de niño vio la luz durante un concierto suyo en Castrelos, tampoco escatima solemnidad: «Son una institución. Sin ellos no existirían muchas cosas que vinieron después. A mí me influyeron muchísimo».

Estas dos pinceladas suponen apenas una pequeña parte del cuadro de comentarios que han surgido estos días, tras el anuncio del último concierto del grupo. Será el próximo 6 de mayo en el WiZink Center de Madrid. Se prevé un lleno histórico. De gente. De emociones. Y de evocaciones. «¿Quién no se sabe las canciones de Siniestro Total? ¡Eso va a ser como un musical!», se ríe Silvia Superstar. Se suma al elogio colectivo: «Durante años ha sido una de las bandas más grandes de España. Sus risas, su sarcasmo y su retranca los hicieron únicos. Forma parte de la música con la que hemos crecido»

Concierto en Sarria en el año 2004
Concierto en Sarria en el año 2004 ALBERTO LOPEZ

Definitivamente, en Siniestro Total concurren todas las notas de lo que se entiende por grupo generacional. Algo que adquiere una especial intensidad en Vigo. «El primer concierto de rock and roll que vi en mi vida fue uno de ellos en los primeros ochenta», recuerda Belén Lamas, conocida artísticamente como Linda Lamar e integrante de Heroínas, Thee Tumbitas. «Presentaban El regreso y me influyeron para el resto de mi vida —añade—. En ese momento no era consciente, pero ahora veo que me marcaron totalmente». Aquel comando punkroquero inicialmente formado por Germán Coppini, Miguel Costas, Alberto Torrado y Julián Hernández se erigió como un símbolo rabiosamente fresco. Empujó a hacer lo mismo. «Fueron muy inspiradores para que muchos empezásemos a tocar —apunta Iván Ferreiro—. Veías que, aunque no supieses tocar muy bien, si tenías algo que decir lo podías hacer con descaro y sin ninguna vergüenza».

Rodrigo Caamaño, cantante de Triángulo de Amor Bizarro, coincide con Ferreiro: «Es que era así, punk de verdad. Coge el instrumento si tienes algo que expresar. Ya aprenderás por el camino. Nosotros lo hicimos con nuestro grupo y en eso ellos fueron todo un referente cercano. La proximidad es muy importante. Si todo está lejos, lo ves lejos. Es clave tener algo cerca. Ellos eran eso».

El influjo de Siniestro Total resulta inmenso en la música nacional. «El éxito de su primer disco provocó un cataclismo de proporciones bíblicas en la música de nuestro país», asegura Jesús Ordovás. «De repente, en Radio 3 no paraban de llegar maquetas de grupos que bebían directamente de la actitud de Siniestro. Sin tocar demasiado bien, pasándose totalmente de la raya y soltando de todo, causaron un impacto tremendo. El mensaje era que cualquiera podía formar un grupo. Hicieron que la gente se soltase y que muchos los emulasen. Eso fue importantísimo para la música española».

Carlos Pereiro (Novedades Carminha) y Julián Hernández
Carlos Pereiro (Novedades Carminha) y Julián Hernández CESAR QUIAN

Discípulos varios años después

El impacto no solo se produjo en los ochenta. En el 2007 apareció en Santiago Novedades Carminha. Bebían directamente de toda la mezcla de punk-rock, irreverencia y juventud de Siniestro Total. Carlos Pereiro, su cantante, tampoco da muchos rodeos: «Para mí son los amos absolutos». Se remonta a su niñez: «Tengo una relación muy estrecha con ellos. Sus casetes han sido mis discos infantiles en el coche de mi padre. Luego, en la adolescencia fueron básicos. No solo para mí, sino para muchísima gente de mi alrededor. Nos han dado luz y las pistas de las cosas que molaban mucho a través de sus letras, sus versiones y su universo. Hizo que me empezase a gustar la música y a flipar con todo eso».

«Veo mucho de Siniestro Total en la mayor parte de las bandas de punk de Galicia», opina Anxela Baltar, del grupo Bala. «Me metí de lleno en ellos durante la etapa universitaria. Eran un básico en todas las fiestas. Resultaron un soplo de aire fresco en la música que se hacía en los ochenta», recalca. «Fueron totalmente innovadores y muy artistas —sostiene Linda Lamar—. Tanto Julián como Miguel eran grandes escritores de canciones. Cultos, pero con mucha ironía. Vigo debe estar muy orgulloso de ellos».

Concierto Rock de Radio Voz en Malpica con Siniestro Total el 28 Julio 1995
Concierto Rock de Radio Voz en Malpica con Siniestro Total el 28 Julio 1995 José Manuel Casal

En ese sentido, Ordovás afirma que Siniestro Total «pusieron a Galicia y la cultura gallega moderna en el mapa de la modernidad. Fueron la avanzadilla y luego vinieron muchos otros». Todos miran atrás. Y los encuentran a ellos. «¿Tenías 14 o 15 años y quién estaba ahí? Siniestro Total», concluye Rodrigo Caamaño.

«"Miña terra galega" debería ser el himno de Galicia» 

En 1985, un jovencísimo Carlos Mariño hacía su primer contacto con la industria discográfica, mundo en el que hoy es un referente. «La idea era traer a grupos de rock a la Festa do Queixo de Arzúa. Cogí un disco de Siniestro Total, vi un teléfono y llamé para contratarlos sin tener ni idea», recuerda el hombre que hoy lleva la carrera de Kiko Veneno, Lori Meyers, Los Enemigos o Anni B. Sweet. No llegaba al presupuesto. Se tuvo que conformar con «un grupo paralelo» que tenía Miguel Costas. «Eran Aerolíneas Federales, que estaban empezando y eran un grupazo también», recuerda.

Tuvo que esperar un poco más para ver a Siniestro Total. Fue en Santiago. «Yo tenía 18 años y estaba flipado con todo. Aquel ambiente alocado. Para mí eran como un grupo guiri», rememora sin poder expresar con palabras la importancia del grupo. O sí: «Hace poco se comentaba que el Volando voy debería ser el himno de España. Pues yo pienso que Miña terra galega debería ser el de Galicia», plantea.

Manquiña con Julián Hernández presentando  La historia del blues
Manquiña con Julián Hernández presentando La historia del blues M. Moralejo

Esa sensación de grupo guiri, en el sentido de que Siniestro Total se encontraba a la altura de lo que se hacía en las capitales del rock como Londres o Nueva York, la confirma el actor Manuel Manquiña: «Yo acababa de llegar de Inglaterra, donde viví varios años, y los vi en un festival en A Coruña. Me encantaron porque estaban haciendo aquí el punk de allá. Bajo esa aparente sencillez tenían una actitud muy estudiada, como los grupos ingleses».

Teresa Cuíñas, periodista especializada en música y firma de la revista Rockdelux, resalta esa parte intelectual. «Para min son un emblema de certo macarrismo ilustrado, todo servido con un humor moi intelixente», indica. También destaca su autenticidad: «O seu discurso nacía do seu mundo coñecido, de Vigo. Coas súas filias e fobias e con unha dose de retranca que os fixo ir moito máis alá. Tendo referencias totalmente viguesas, fixeron que fose algo comprensible e que puidese empatizar igual unha persoa de Madrid, Valencia ou Barcelona».

«Eles tiñan unha actitude rompedora en medio daquela "ñoñería" da movida e "Hawai Bombai"» 

En el año 2006, el coruñés Agustín Fernández Mallo lanzó Nocilla Dream, la primera novela de una saga que se completó con Nocilla Experience y Nocilla Lab.2. «No viene, como equivocadamente alguna gente piensa, de la Nocilla propiamente o de un recuerdo de infancia, sino de la canción Nocilla, qué merendilla, de Siniestro Total», explica el escritor, que califica como «experiencia realmente epifánica» la que tuvo en el Pabellón de los Deportes de A Coruña en 1982 viendo al grupo.

Agustín Fernández Mallo con Julián Hernández
Agustín Fernández Mallo con Julián Hernández EDUARDO

«Yo tenía unos 15 años y aquello era un festival de varios grupos venidos del heavy y el rock progresivo. Salieron al escenario con una vestimenta totalmente diferente. Parecía que tocaban mal aposta para fastidiar a los virtuosos heavies. Al instante vi que era algo nuevo para mí. Flipé con aquellas canciones, porque vi claramente que hablaban de mi mundo, que era la música de mi generación. Una mezcla de desenfado y antinorma hecho de un modo casi dadaísta, muy inteligente».

El escritor y director de la editorial Galaxia, Francisco Castro, vivió todo eso cerca de casa. «Creo que se percibe diferente aquí que noutros lugares —expone—. Para aqueles adolescentes de Vigo a influencia é absoluta. Crecemos con eles, que tiñan unha actitude rompedora fronte a ñoñería da movida madrileña e o Hawái-Bombay de Mecano. Para un rapaz proletario de aquí era moi importante, porque podías dicir: “Estes son de aquí, son de Coia!”». Como tantos otros, Castro resalta «os dous primeiros discos, irreverentes, punkis e con gañas de rachar con todo» y se muestra apenado con que hayan anunciado un único concierto en Madrid: «Cando vin que non tocaban en Vigo sentín unha gran decepción. É moi difícil aceptar que o último concerto sexa en Madrid e non aquí».

Concierto historico de Siniestro Total para celebrar el 25 aniversario de su fundación en el Cine Salesianos.
Concierto historico de Siniestro Total para celebrar el 25 aniversario de su fundación en el Cine Salesianos. Oscar Vázquez

«A túa voz reflectida no que cantaban»

También desde las letras Diego Ameixeiras considera que «a actitude de Siniestro Total nos inflúe a todos». ¿En qué sentido? «Pois é un modo de dicir: “Aquí estamos e somos capaces de todo”. Hai un gran descaro e espontaneidade, de ver a cultura a pé de chan, non como algo afastado». Ameixeiras, igual que Fernández Mallo, ve un espejo: «Nesas letras irreverentes de ir contra todo podías ver a túa voz reflectida no que cantaban. Ademais, tiñan ese punto de proximidade de falar de lugares concretos que coñecías, como as Cíes, por exemplo. Iso atraíame moito».