El gozo de la fotografía de Peter Lindbergh

David García A CORUÑA / LA VOZ

CULTURA

Detalle de una de las salas de la exposición «Untold Stories».
Detalle de una de las salas de la exposición «Untold Stories». Marcos Míguez

Los visitantes celebran la calidad artística de la obra del creador alemán, cuya retrospectiva ya está abierta al público en el puerto coruñés de la mano de Marta Ortega

05 dic 2021 . Actualizado a las 17:26 h.

«Es para venir a verla aunque no te guste la fotografía. Es fácil de ver y disfrutar. Para A Coruña es una suerte poder tenerla». Ana Vázquez y José Antonio Fernández fueron dos de los primeros visitantes de la exposición Untold Stories, del fotógrafo Peter Lindbergh, que desde este sábado y hasta el 28 de febrero se podrá ver en el puerto coruñés. Una colección antológica que llega de la mano de Marta Ortega, amiga personal del artista alemán, que falleció en el 2019 poco después de dejar concebido el proyecto, aunque no llegó a verlo montado.

No hubo agobios ni grandes colas salvo una fila que hubieron de conformar algunos ávidos a la espera de que se les permitiese la entrada a partir de las once de la mañana —justo después de que se reservase la primera hora para personal de Inditex—, pero la nave rehabilitada para acoger la muestra fue un incesante ir y venir de visitantes que salían con una grata impresión de su recorrido por todo el montaje.

Visitantes en la jornada inaugural de la exposición de Lindbergh.
Visitantes en la jornada inaugural de la exposición de Lindbergh. Marcos Míguez

Jóvenes, adultos y mayores gozaron Untold Stories e incluso se vieron algunos menores que escuchaban atentos las explicaciones de sus acompañantes. El poder de atracción de una exposición como esta lo demuestra que, el primer día, no solo se acercó gente de la ciudad sino que también captó foráneos. Mercedes y su hijo Javier, de Cáceres, aprovecharon su estancia en Galicia para conocerla. «Es buenísima, un acierto. Soy aficionada a la fotografía y disfruté muchísimo», reconoció ella. Lo mismo expresaba Amparo, de Valencia: «Vine directa del tren para verla», relataba.

Las fotografías de Lindbergh se presentan en su mayoría en gran formato.
Las fotografías de Lindbergh se presentan en su mayoría en gran formato. Marcos Míguez

Dentro, el visitante fija la mirada para apurar los detalles y, móvil en mano, llevarse a casa el recuerdo de las instantáneas de Lindbergh. Sobre las obras más destacadas o llamativas, difícil encontrar unanimidad: una serie con ambiente de gánsteres, las fotografías de un hombre en el corredor de la muerte, tres retratos de una misma modelo, una estampa de dos manos, incluso las piezas de apoyo audiovisual... son algunos de los elementos que nombraban los aficionados, aunque también atraían la atención las imágenes de Naomi Campbell, que hace unos días no se perdió la inauguración. «No es la clásica pose de modelo, es una forma original de retratar», anotaba un matrimonio a la salida de la vieja nave industrial para añadir que la muestra les había gustado mucho, conclusión reiterada hasta la saciedad entre los interpelados.

Vida nueva para los silos de la cementera

Las imágenes que conforman la antología de Peter Lindbergh no necesitarían de mayor atractivo ni condimento para cautivar a los amantes de la fotografía y a todos los interesados en conocer la obra de este referente mundial del retrato, pero cada detalle cuenta y el entorno en el que se ubica la muestra completa un conjunto perfecto en el muelle de Batería. Se trata de una nave en desuso de 1.900 metros cuadrados, utilizada en origen como almacén de mercancías y ahora como espacio expositivo, y cuatro silos de Cementos del Cantábrico de 200 metros cuadrados donde se improvisan la cafetería y una tienda. Este es el marco de ecos fabriles que envuelve el contenido y en el que todavía se respira el aire industrial que lo condicionó durante tantos años. Todo ello ha sido cedido por el Puerto de A Coruña a la Fundación Amancio Ortega.

Aspecto del bar y la tienda que acogen los silos de la vieja cementera.
Aspecto del bar y la tienda que acogen los silos de la vieja cementera. Marcos Míguez

«El lugar es ideal, como apocalíptico, y la instalación está muy bien hecha y distribuida, es una excelente adaptación al entorno», comentaban Ana y Luisa, dos jóvenes aficionadas. No fueron las únicas que destacaron el espacio que acoge la muestra como un éxito, y definido como «muy original» o «futurista» por otros. Todos manifestaban su anhelo de que esta vida nueva no fuese flor de un día.

Untold Stories es una oportunidad para situar A Coruña en el mapa artístico y esa es una cuestión que también fue muy valorada. «Da notoriedad a la ciudad, cuantas más iniciativas como esta haya, mejor», proclamaba un matrimonio que calificaba las imágenes de Lindbergh como una «preciosidad» y deseaba que la colección «alcance más trascendencia fuera del ámbito local».