«Benedetta»: Entre monjas anda el juego

miguel anxo fernández

CULTURA

Paul Verhoeven adapta una novela de Judith C. Brown sobre una relación lésbica en un convento en la Toscana del siglo XVII

19 oct 2021 . Actualizado a las 09:51 h.

Un repaso a la filmografía de Paul Verhoeven (Ámsterdam 1938) acredita su solvencia narrativa, su falta de prejuicios para oscilar entre la obra personal (Delicias turcas, El libro negro), el blockbuster (Robocop, Desafío total) y una vía intermedia en la que encajan varios de sus filmes, como el todavía vigente Instinto básico y quizá esta Benedetta, estrenada en el pasado Cannes después de varios retrasos acumulados por quiebros de salud de Verhoeven y el covid, ya que su producción y rodaje arranca del 2019. Obviamos algunos sonoros castañazos artísticos y de taquilla, que los tuvo. El director holandés suma una particular querencia por las notas escatológicas -casi siempre bien calzadas- y las vinculadas al erotismo y al sexo, aquí con hábitos por medio, con el consiguiente plus de morbo. Adapta una novela de Judith C. Brown -texto que desconozco-, centrada en un caso de la Toscana del XVII, pero que el guion -compartido con David Birke- reviste de claves contemporáneas, la feminista como prioritaria, pues al cabo estamos en un convento de monjas y sus juegos de poder, alcoba incluida.

Si en cámara y en estructura, luce academicismo formal reforzado por sus espectaculares exteriores vinculados al patrimonio histórico francés -en particular la abadía de Silvacane- y el correspondiente trabajo de arte, son los ingredientes morales los sometidos a debate sin esquivar un tono que provocará algunos problemas a la comercialización del filme, pues, al cabo, en la superficie de la trama está la relación lésbica entre una monja que llegará a abadesa después de no pocas intrigas e incidencias poco edificantes. En esa abadía ocurren cosas, sobre todo unas tensas relaciones sometidas a injerencias de algunos asotanados. Descontada la calidad de las interpretaciones, queda reparar en hasta dónde será capaz de llegar Verhoeven en su retrato de la Iglesia, aunque se cuida de reservar un papel secundario a su máxima jerarquía. Los milagros de Benedetta, estigmas incluidos, son pura pantomima, pero sobre ellos edifica su dominio. El espectador soberano sacará sus propias conclusiones. De eso se trata.

«BENEDETTA»

Francia-Bélgica- Holanda, 2021.

Director: Paul Verhoeven.

Intérpretes: Virginie Efira, Lambert Wilson, Daphne Patakia, Charlotte Rampling, Clotilde Courau, Olivier Rabourdin, Louise Chevillotte.

Thriller.

131 minutos.