-En Galicia las meigas son parte importante del imaginario popular. ¿Han aparecido de alguna forma en el proceso de investigación del filme?
-Sí, fue una influencia, quería inspirarme en diferentes culturas regionales para hacer sentir al espectador que no es solo una historia de los vascos, sino de todos los pueblos europeos, todos fueron reprimidos, sus idiomas y sus culturas locales fueron demonizados… Pero siempre subsistió una forma de resistencia popular, como lo es esta visión positiva que encarnan las meigas.