John Baldessari: el artista que hacía sus obras en la mente

a. s. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Baldessari, ante una de sus instalaciones, en el 2009
Baldessari, ante una de sus instalaciones, en el 2009 BERND THISSEN | Efe

El californiano quemó toda su obra en 1970 y comenzó de nuevo su carrera con un lema: «Nunca volveré a hacer arte aburrido»

07 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El norteamericano John Baldessari vivió dos vidas de artista, con 1970 como bisagra. Ese año quemó toda su obra producida hasta la fecha en una iniciativa denominada Proyecto Cremación. Su siguiente exposición, ya en 1971, partía de una declaración de principios: «No volveré a hacer arte aburrido».

Escepticismo, ironía, humor y espíritu lúdico caracterizaron la obra de Baldessari, fallecido el pasado día 2 pero cuya muerte se conoció la víspera de Reyes. Un artista difícil de categorizar con etiquetas, pero que, en esencia, era un conceptual: para él, la idea, el concepto, el verdadero arte se hace en la mente, diferenciándolo de la fase de ejecución material. El lenguaje, los fotogramas de filmes de consumo fuera de su contexto original, las fotografías anónimas halladas constituyeron vehículos de plasmación de esas ideas artísticas. Planteamientos que entroncaban con los de Duchamp, el nombre que hizo que Baldessari se dedicase al arte. También admiraba a Goya.

Cuando en 1970 hizo borrón y cuenta nueva redujo a cenizas un centenar de cuadros -lo hizo en una funeraria-, documentando todo el proceso. A partir de entonces el texto se convirtió en otro elemento de su obra, con la repetición de su «No volveré a hacer arte aburrido», su particular aproximación a las series. Lo anónimo y la serialización volvieron a estar presentes en su interés por la publicidad, en proyectos como Embed Series. También pudo explorar estas ideas a través de la docencia -fue profesor en UCLA-, con la que influyó en otros creadores.