Mr. E, es solo rock and roll

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Mark Oliver Everett, a la izquierda, con sus «motherfuckers» Eels, el pasado domingo en Santiago
Mark Oliver Everett, a la izquierda, con sus «motherfuckers» Eels, el pasado domingo en Santiago H.J.P.

La banda californiana Eels dejó en Santiago una muestra de su poderoso sonido

10 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Solo se podía entender un concierto de Eels en el Auditorio de Galicia si la banda californiana ofrecía su cara más intimista, si quien llegaba a Santiago era el Mark Oliver Everett (Mr. E) de su libro autobiográfico Cosas que los nietos deberían saber, en el que conjura todos sus fantasmas familiares. Pero la música en su vena más depresiva de los Cautionary Tales no apareció, si acaso lo hizo revestida de una fuerza vivificante. La misma que solicitó Mr. E de su público compostelano poco después de homenajear a Prince con Raspberry Beret. «Necesito vuestra energía», imploró tras abroncar con humor a los asistentes para que se levantaran de sus asientos y dejaran su «some siesta» [sic]: «Esto no es un jodido recital de ópera, esto es un concierto de rock and roll». Ya advertía por dónde iba y la parroquia reaccionó. Solo volvió a sentarse cuando el cantante avisó de que venían un par de piezas más calmadas que permitían el «relax» del público. Duró poco. Hay que volver al «business», interpeló E, que incluso en su faceta más baladesca no pudo dejar de ser acre, rasposo.

Enseguida desmintió cualquier duda. Con una formación corta pero proteica (la guitarra de Jeff The Chet Lyster, el bajo eléctrico de Big Al y la batería de Little Joe), la voz desgarrada de Mark Oliver Everett llevó al auditorio -entregado a la causa- por un recorrido por los viejos caminos del rock and roll, en una gira 2019 en que Eels está versionando a The Who (Out in the street), The Beatles (The end), Bobbie Gentry (Mississippi delta), The Rolling Stones (She said yeah) o Brian Wilson (Love and mercy), salteando su propio repertorio, en el que no faltaron Bone dry, Today is the day, That look you give that guy, I like the way this is going, I need some help, My beloved monster, I like birds y Fresh blood, entre otros temas.

Todo envuelto en un poderoso sonido, a la vieja usanza, fresco y directo (¿quién necesita teclados?), entre el que algunos aún buscaban al lánguido E. Pueden seguir buscándolo, a no ser que acepten hallarlo al frente del euforizante teatrillo roquero de los «motherfuckers» Eels. Good job, Mr. E., good job. It’s only rock and roll. Y del bueno.