«White Boy Rick»: Los leones no abandonan el Serengueti

Eduardo Galán Blanco

CULTURA

El filme está ambientado en el Detroit de los años ochenta
El filme está ambientado en el Detroit de los años ochenta

El francés Yann Demange narra la historia de un adolescente blanco al que el FBI infiltró en las bandas de narcotraficantes afroamericanos en el Detroit de los años ochenta

14 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Basado en hechos reales, White Boy Rick narra la alucinante historia del blanquito del título, un adolescente al que el FBI utilizó como infiltrado entre las bandas de narcotraficantes afroamericanos del turbulento Detroit de los años ochenta. El filme cuenta las andanzas del desdichado Rick, desde los catorce a los diecisiete años, un chaval al que le arrebataron la infancia, traicionado por los federales, tiroteado y condenado a cadena perpetua, siendo aún un menor de edad. Su caso es único: resultó el preso sin delitos de sangre más antiguo -tres décadas entre rejas- del estado de Míchigan.

Como otros muchos grandes thrillers, White Boy Rick es una historia de caída, traición y culpa: la del desventurado protagonista que engaña y delata a sus peligrosos amigos y hermanos negros. Ante los acontecimientos, la perplejidad del chaval, padre y convicto casi antes de abandonar la pubertad, resulta conmovedora.

La película comienza en un escenario muy norteamericano, una feria de armas. Es un potente arranque, donde vemos al adolescente -casi un niño todavía, con bigotito incipiente- regatear con un vendedor por dos kalashnikov que compra su papá, un autónomo con licencia de venta que malvive mercadeando todo tipo de armas de fuego.

El director francés Yann Demange -autor de la ya notable ’71, sobre un soldado británico perdido en las calles de Belfast- dota de una poderosa narración realista a este tenso relato de serie negra. Y el resultado rinde sobresaliente en atmósferas y credibilidad. Además, no hay asomo alguno de moralina en el tono, áspero y seco, a lo que contribuye decisivamente un atinado reparto. Especialmente acertado está el chaval, el debutante Richie Merritt, actuando entre la ternura y la pasividad; también sorprenden Bel Powley, la actriz que encarna a su hermana drogadicta (que ya nos cautivó en Mary Shelley) y Jennifer Jason Leigh como agria y antipática agente del FBI. Están infrautilizados los grandes veteranos Bruce Dern y Piper Laurie, como los abuelos de la familia. Y reina sobre todos Matthew McConaughey, el padre saturnal que, ante la pregunta de su hijo por el motivo de quedarse viviendo entre la miseria de Detroit, contesta: «Los leones no abandonan el Serengueti».

«WHITE BOY RICK»

EE.UU., 2018.

Director: Yann Demange.

Intérpretes: Matthew McConaughey, Richie Merritt, Jennifer Jason Leigh, Brian Tyree, Kyanna Simone, Bruce Dern, Piper Laurie, Taylor Paige.

Thriller-drama.

112 minutos.