Las fantasías perdidas de Telemann

Xesús Fraga
Xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Sara Ruiz interpretará en A Coruña siete de las doce piezas para viola da gamba del compositor alemán cuyas partituras aparecieron en un archivo en el 2015

21 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El hallazgo en el 2015 de las partituras de doce fantasías para viola da gamba de Telemann -se conocía su existencia pero nadie las había encontrado- fue una gran noticia para los melómanos en general y, en concreto, para los aficionados al Barroco y a las sonoridades de este singular instrumento. Fue precisamente un músico, Thomas Fritz, quien dio con ellas en un archivo alemán en el 2015, donde reposaban desde hacía quince años, procedentes de la biblioteca privada de una poetisa del siglo XVIII, Eleonore von Münster.

La Biblioteca de Eleonore es el título con el que la violagambista Sara Ruiz (Madrid, 1977) ha bautizado el concierto en el que interpretará el día 25 en A Coruña (Teatro Colón, 20.30 horas) siete de estas fantasías de Telemann. «Son un auténtico descubrimiento», califica la artista el hallazgo de las partituras. «Se sabía que existían pero estaban perdidas. Yo, personalmente, creía que nunca iban a aparecer, porque Telemann fue un autor muy publicado en vida, con tiradas amplias de sus obras», añade. Es posible que las fantasías para viola da gamba tuviesen una difusión menor que las que escribió el compositor alemán para otros instrumentos solos, como el violín y la flauta. Eso sí, la viola da gamba contaba en Alemania con un círculo de aficionados, y se cree que Eleonore formaba parte de él.

¿Qué novedades aportan entonces estas fantasías a la percepción global de la obra de Telemann? «Es música que forma parte del lenguaje del Barroco alemán -describe Ruiz- y al mismo tiempo suena muy diferente, con influencias de Italia y Francia». Y si las fantasías, como se deduce de su propio nombre, se concibieron para que los compositores se entregasen a una libertad formal y estilística que no podían desarrollar en géneros más codificados, en el caso de las de Telemann para viola da gamba el autor se muestra todavía más suelto, alcanzando en estas piezas «una mezcla magnífica, alquímica, de elementos de la música italiana, francesa y alemana».

Sara Ruiz elogia esa libertad de las fantasías de las que se benefician los intérpretes en su ejecución, pero, además, en este caso concreto, la libertad es doble, ya que se trata de música completamente nueva. «Hasta el concierto en que las toqué por primera vez no quise escuchar la grabación de Fritz», recuerda, por lo que a la libertad del compositor se añade la suya a la hora de interpretar la partitura. Su ejecución requiere un estudio profundo: «Hay que conocer el estilo alemán del Barroco, su uso del contrapunto, pero también los estilos italianos y francés. Estas fantasías nos remiten a Corelli, a Bach, también a los franceses que escribieron para viola da gamba», afirma Ruiz, quien al final también ha acabado por grabar su propia interpretación de las partituras de Telemann. «Es un disco 100 % gallego, grabado en la iglesia de San Vicente de Pombeiro, en Ourense, y con Pablo Barreiro como técnico», explica la artista, profesora de viola da gamba en el conservatorio vigués y componente del ensemble especializado en Barroco La Bellemont, con la clavecinista Laura Puerto y el tiorbista lucense Rafael Muñoz.

Una actuación especial

Un concierto de una música tan singular se merece también una propuesta escénica diferente. La actuación de Sara Ruiz en el Colón no será un recital al uso, con la intérprete sobre el escenario y el público en las butacas, sino que los asistentes -con un aforo reducido de unas sesenta personas- se sentarán en torno a la violagambista. «Es un instrumento que no proyecta hacia delante, sino en redondo y, además, iré girando de posición a medida que transcurra el concierto, con una parte discursiva, en la que hablaré sobre esta música», concluye Ruiz, quien toca una viola original del siglo XVIII.