Anatomía de un libro

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Mauricio Dueñas Castañeda | EFE

Los lectores abren una obra para conocer una historia, pero todo volumen tiene la suya propia, de la idea a la librería, y en la que intervienen diferentes personas

22 abr 2018 . Actualizado a las 13:30 h.

Mañana se conmemora el Día del Libro y de los Derechos de Autor, una conmemoración que reivindica la letra impresa como privilegiada transmisora de conocimiento y, a la vez, capaz de proporcionar horas infinitas de placer lector. Muchos volverán a sumergirse, una vez más, en esa relación íntima y mágica que se establece entre una persona y la historia que encierran unas páginas.

Pero, además de la historia que relatan, los libros también poseen una propia: cada volumen es, en cierto sentido, el final feliz de una aventura que se inició con una chispa en la imaginación de un autor, su protagonista principal. Aun así, se trata de un proceso en el que pueden llegar a intervenir numerosos factores y personas: todos ellos contribuyen a esa compleja anatomía del libro.

la escritura

Inspiración y esfuerzo. La necesidad de contar y de escuchar está grabada en el ADN humano y es un pilar de toda civilización. Muchas personas quieren trasladar esa pulsión al papel y sacar de dentro esa historia que llevan en su interior. La popularidad de la que gozan actualmente los cursos y talleres de escritura creativa no es casual. Lo constata la escritora Clara do Roxo, quien desde hace años imparte este tipo de actividad en diversas instituciones y su escuela Aliteraclara, que acaba de estrenar su versión en línea; sus clases presenciales suelen acumular lista de espera. A ella llegan personas de todo tipo y condición para aprender, de la profesora y también a través del intercambio con otros aspirantes, a encontrar una voz propia. ¿Cómo conseguirlo? Clara do Roxo ofrece dos consejos básicos: «O primeiro, buscar a esencia, que é a parte máis pequena indivisible dunha historia, e traballar a partir de aí». El segundo, «corrixir, corrixir e corrixir». La autora y docente sabe que la inspiración se manifiesta a borbotones, pero luego hay que meterse a fondo en el texto hasta darle la forma definitiva. Consejos: «Eliminar palabras que sobran. Ás veces escribimos algo moi fermoso pero non encaixa e acaba por tapar a historia, que ten que ser entendible, ten que chegar a quen a le. Tachar, eliminar, evitar redundancias e repeticións...». Todo ello, para buscar la esencialidad, el corazón verdadero de la literatura.

la agencia

En busca de visibilidad. Una vez que se ha dado por terminada la considerable tarea de escribir un texto de forma satisfactoria, empieza la no menos complicada de buscar una vía para conseguir que se publique. Existe la posibilidad tradicional de remitir un manuscrito a un sello, pero cada vez son más -especialmente entre los pertenecientes a grandes grupos- que no aceptan originales no solicitados. En este caso, una agencia literaria suele ser una vía factible, no solo por su capacidad de acceso, sino por su especialización en todos los aspectos relativos a la construcción y promoción de la carrera de un autor. Rolling Words, dirigida por la pontevedresa afincada en Barcelona Lourdes Díaz, tiene en cartera un número significativo de escritores gallegos, en consonancia con su vocación de exportar este talento al resto de España y a los mercados extranjeros. «En Galicia hay escritoras y escritores muy buenos, pero su obra no traspasaba fronteras, así que trabajamos para que su voz se conozca a nivel nacional e internacional», resume Díaz. Un equipo interno evalúa la obra de un autor y, si el resultado es positivo, Díaz la lee para tomar la decisión de asumir su representación o no. Como antigua editora de Planeta, conoce bien el funcionamiento del sistema y sus protagonistas para conseguir contratos y traducciones a sus representados. Con todo, la publicación no es la meta única: «Una vez sale el libro no dejamos de lado al autor, sino que lo acompañamos en todo el proceso, desde antes, durante la edición, pero también después, en las presentaciones, las firmas, los medios...». Esta intervención puede ir desde hacer sugerencias de contenido -por ejemplo, cuestiones que el lector gallego da por sabidas pero que quizá fuera necesiten más desarrollo- hasta el asesoramiento en ese mundo relativamente nuevo para muchos que es la promoción a través de las redes. «Es muy importante poder distinguirse entre ese mar de palabras».

la edición

El texto definitivo. Mediante una agencia o de forma directa, el libro acabará en la mesa de un editor, donde cobrará su forma definitiva, por mucho que su autor creyese que la palabra final era con la que concluyó el documento en su ordenador. Una etapa que conoce bien Francisco Castro, en su doble faceta de escritor y de director editorial de Galaxia. ¿Cómo define a un editor? «Alguén que acompaña a unha autora ou autor para que publique o mellor libro posible». Ese trabajo de intervención y corrección en un original debe aspirar, según Castro, a la invisibilidad, pero eso no significa que un editor simplemente se limite a elegir -en Galaxia llegan de media cinco manuscritos cada semana- entre las propuestas, sino que también las propicia. «Podes pedirlle a alguén que escribe literatura infantil e xuvenil que probe cunha novela para adultos e viceversa», explica el editor, quien este verano publicará un libro que nace «dun soño» del que se despertó una mañana, con relatos que encargó a personas que creía podían encajar en esa visión. Para Castro, una de las mayores satisfacciones de un editor es tener un manuscrito entre las manos y percibir desde sus primeras palabras «unha voz poderosa», y verla desarrollarse y alcanzar la madurez.

la autoedición

Sin intermediarios. Las nuevas tecnologías han permitido que no pocos autores conecten directamente con su público, sin pasar por agencias o editoriales. Plataformas de autoedición, tanto en papel como en versión digital, han florecido en los últimos años y han hecho realidad el sueño de muchos de ver, negro sobre blanco, sus obras. Hay casos de éxito como el de Manel Loureiro, abogado de día y escritor nocturno, que empezó a subir a un blog lo que acabó por ser su primer libro, Apocalipsis Z, gracias al éxito inmediato que cosechó en Internet. «Las primeras semanas tenía diez, veinte, treinta lectores. En tres meses superaba el millón y medio en varios países», recuerda. Fue el inicio de una exitosa carrera que lo llevó del blog a Planeta. «Internet en sí no es ni bueno ni malo», analiza Loureiro. «Tiene la piratería, es cierto, pero también te permite acceder a un montón de autores. Todas las semanas salen escritores nuevos que merecen la pena».

Aliteraclara, unha escola para escribir que agora tamén ten versión na Rede

Clara do Roxo vén de ampliar a súa escola de creación literaria, que operaba baixo o xogo de palabras Aliteraclara, a unha versión en liña que se pode atopar na web www.aliteraclara.com. Este era tamén o nome dos obradoiros que dende hai anos imparte para o Concello de Vigo, a biblioteca do Porriño ou o café De catro a catro, centrados no formato do relato curto. Sen deixar estas sesións presenciais, a escritora xa abriu o seu espazo na Rede, que tamén gaña no tocante aos xénero, xa que agora hai lección específicas de novela, narracións para lectores mozos e poesía, e que prevé completar con escrita teatral, cómic e guión.

Clara do Roxo segue coa súa docencia, pero conta con colaboracións que asumen diversas áreas. María Lado ocúpase da poesía, mentres que Xavier López López e Antonio Manuel Fraga dirixen as materias de novela avanzada e literatura infantil e xuvenil, respectivamente. Fran Fernández Dávila, o último gañador do Premio de Novela por Entregas de La Voz con A senda de sal, colle exemplos desta obra para impartir o que se chama «novela intuitiva». Cada materia ten un temario teórico e unhas propostas de lectura, así como un exercicio quincenal que o alumnado deberá entregar para máis tarde recibilo corrixido e valorado. O seu seguimento terá unha duración de tres meses.

Corrección e valoración

Esa é outra das funcións de Aliteraclara. «Se alguén rematou un manuscrito e quere preparalo para envialo a un premio ou a unha editora, temos un servizo de valoración e corrección, a cargo de Amadeo Cobas e Manuel Sánchez Gálvez», explica a impulsora da escola. Outros apartados de interese na web son unha sección de recursos literarios e lingüísticos, e outra específica para estar ao día dos concursos convocados. Co mesmo entusiasmo co que Clara Do Roxo debulla o que xa está en marcha, fala de proxectos futuros, como unha editora en liña...