Gran acogida en casa de la OSG a la Real Filharmonía, orquesta formidable

Antón de Santiago

CULTURA

El concierto de abono se sostenía sobre la visita del conjunto dirigido por el británico Paul Daniel

28 nov 2017 . Actualizado a las 15:35 h.

El séptimo concierto de abono de la Orquesta Sinfónica de Galicia se sostenía sobre una grata visita: la Real Filharmonía de Galicia (RFG), con su titular, el británico Paul Daniel (1959), director de esbelta y ágil figura, que transmite la música a la orquesta y al público: gestualidad elegante y eficaz, precisa y vigorosa en manos dominantes, que le permiten seguir la obra en todas sus facetas expresivas sin el menor decaimiento. Proponía nacionalismo checo, a través de Bedrich Smetana (1824-1884), con dos de los seis poemas sinfónicos del ciclo Mi patria: El Moldava y Sárka. Su pieza más popular describe el río Moldava, desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Elba, con boda aldeana y solemnidad y épica bajo el puente de Carlos en Praga. Sárka es legendaria y aguerrida amazona que se pierde por amor. Cuando la escribió, Smetana estaba prácticamente sordo, pero logró una obra emblemática. En ambas piezas la RFG mostró magnífico estado de forma.

Daniel recurrió al Concierto para piano de su singular compatriota Michel Tippet (1905-1998), con el escocés Steven Osborne (1971) como solista. La obra no da tregua al piano, integrado decididamente en la orquesta, que lo arropa con atmósferas y potencia sonora y rítmica, excepción hecha del lento y tranquilo, con relaciones interválicas más inquietantes que serenas. Un verdadero tour de force virtuosístico, intenso y percutivo. Saludaron las maderas y la celesta. Osborne, muy aplaudido, después del despliegue, demostró su honda capacidad para la delicadeza y el intimismo: toque y legato.

Benjamin Britten (1913-1976) reunió en su guía de orquesta Variaciones y fuga sobre un tema de Purcell a los grandes de la música inglesa: él mismo y Henry Purcell (1659-1695), célebre autor de Dido y Eneas. De un modo genial, a partir del tema, que presenta con la riqueza de una orquesta del siglo XX, hace un recorrido por todos los instrumentos hasta desembocar en fuga paradigmática. La espléndida ejecución por parte de la Real Filharmonía obedeció a un planteamiento rayano en la perfección de Daniel, que fue largamente ovacionado, al igual que sus solistas. Orgullo de Galicia: RFG y OSG, dos orquestas formidables.