Esta biblioteca es un bluf

Sara R. Estella PEKÍN

CULTURA

Las impresionantes instalaciones prometían, pero los libros son dibujos

27 nov 2017 . Actualizado a las 17:34 h.

Sus enormes cascadas de libros que recorren incluso el techo formando una especie de cueva blanca con una enorme esfera en su interior han maravillado a millones de internautas en todo el mundo. En las redes sociales, las infografías de su proyecto invitaban a pensar que en la ciudad china de Tianjin habían materializado la Biblioteca de Babel que Jorge Luis Borges describió en un cuento como un paraíso de la lectura. Un edén del conocimiento que se desvanece una vez dentro porque la mayoría de los libros son falsos.

«Había visto muchas fotos de esta biblioteca en las redes sociales y he decidido venir a verla porque tenía curiosidad por saber cómo se podría acceder a esos libros de las estanterías del techo. Ahora veo que no son de verdad», explica a La Voz Li Yanfen, una joven universitaria que no deja de hacer fotos con su móvil a la imponente estructura. «Es bonita y agradable para pasar el rato pero nada más», añade.

La biblioteca futurista más impresionante del mundo, como la han descrito millones de usuarios en Twitter, está construida en el distrito de Binhai, en la ciudad de Tianjin, que alberga uno de los puertos más importantes del planeta. Se trata de una nueva zona aún en construcción que además de la biblioteca contará con un museo, varias salas culturales y centros comerciales. Solo la biblioteca mide 33.700 metros cuadrados y mide casi 30 metros de altura.

«Nuestro plan es que la biblioteca albergue un millón doscientos mil libros aunque de momento solamente hay 300.000. Poco a poco iremos comprando más», asegura a La Voz Zhang Huifeng, directora de la Biblioteca de Binhai.

350.000 visitantes

Zhang reconoce que jamás se imaginaron que las infografías del proyecto tuvieran tanta repercusión. «Desde que se inauguró el 1 de octubre, han venido 350.000 personas a visitarla y se han hecho más de 120.000 préstamos. Queremos aprovechar ese tirón para fomentar la lectura entre la gente de esta zona», añade sonriente.

Sin embargo, tras la fascinación inicial también han surgido las primeras críticas. El visitante rápidamente advierte que, aunque la estructura es espectacular, la mayoría de los libros están pintados sobre una chapa que recorre cada una de las enormes estanterías y sobre cada escalón hay carteles en rojo pidiendo precaución. Este acabado no estaba en los planes de los arquitectos que la diseñaron, del prestigioso estudio holandés MVRDV, que aseguran que es el proyecto más rápido que han llevado a cabo por exigencias del cliente, las autoridades de Tianjin.

«El apretado calendario de construcción obligó a abandonar una parte esencial del concepto: el acceso a las estanterías superiores desde las habitaciones situadas detrás del atrio. Este cambio se realizó en contra de los deseos de MVRDV», justifica la firma por correo electrónico a este periódico. También explican que por eso se sustituyeron los libros por placas de aluminio impresas con dibujos de títulos. Ante estas circunstancias, aunque la lectura hace volar a la imaginación aquí hay que afinarla mucho para pensar en esta biblioteca como el paraíso soñado por el buen lector.