La intención de Polanski es volver a Los Ángeles y finiquitar las acusaciones en su contra sin tener que pasar más tiempo en la cárcel. Este caso ha restringido la libertad de movimiento de Polanski por todo el mundo durante años por miedo a que Estados Unidos reclamara su extradición.
En el 2009 las autoridades estadounidenses solicitaron a Suiza la detención del realizador, quien tiene nacionalidad francesa y polaca. Polanski fue arrestado en el aeropuerto de Zúrich y pasó tres meses en prisión y otros siete en arresto domiciliario, hasta que, finalmente, Suiza denegó su extradición y lo puso en libertad. El intento más reciente de llevar a Polanski ante los tribunales se vivió en el 2015 cuando Estados Unidos pidió a Polonia la extradición del artista, una solicitud que fue finalmente rechazada.