Manuel Manquiña: «Yo soy más que Bertín»

CULTURA

Pinto & Chinto

El actor confiesa que, de elegir a alguien, le gustaría entrevistar a Julio Iglesias en «O gato con botas»

12 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Quedamos en la terraza de un restaurante compostelano frente a la productora de la que Manuel Manquiña (Vigo, 1953) entra y sale porque está montando una de las entrevistas con las que ha vuelto a televisión. Estando tan cerca, me percato de que, para los que tenemos una cierta edad, estar junto a Manquiña no solo es estar junto a un mito, sino también estar dispuesto a que te prometan «hondonadas de hostias».

-En la Wikipedia pone que usted se llama Manuel Juan Francisco del Cristo Prieto Comesaña...

-Sí. Y Villar González de Tomás Alonso y Núñez de Balboa. Eso incluye los segundos apellidos de mis padres y la calle donde nací. Y como me parecía poco, me puse también Manquiña.

-Lo de Manquiña, ¿a qué viene?

-Fue en A Coruña cuando formamos el grupo Troula. Tenía que firmar y me pareció que de Manuel Prieto no se iba a acordar nadie, así que busqué un nombre que me evocara cosas bonitas. Manquiña es una playa de Vigo, ínfima, pero donde pasé ratos muy felices. Así que este nombre tan vigués nació en A Coruña.

-¿Qué tipo de niño era usted ?

-Un traste. Me peleaba mucho. Físicamente. Cuando nos mudamos a Coia también me peleé y enseguida me hice amigo de los chavales. Era una cosa como de los simios. Después de la pelea te acomodas y te relacionas con todo el clan. Mi infancia fue de mucha calle, de ir por los astilleros, a la playa sin permiso. Tengo alguna cicatriz en la que no pude darme puntos porque me la hice en un lugar donde mis padres no sabían que había ido.

-¿Qué soñaba que sería entonces?

-Soñaba con no ser. De aquellas en Vigo había una gran orientación hacia la industria. Yo nunca llegué a entrar en una gran empresa. Trabajé un tiempo en la construcción, donde fui muy feliz. Me gusta el trabajo físico al aire libre. Picar piedra con un mazo, por ejemplo, me relaja. Esta tarde lo haré.

-Después de toda su carrera, ¿le molesta que le sigan recordando por su personaje en «Airbag»?

-No. Comprendo el mecanismo. Es como el gol de Marcelino, que marcó muchos goles, pero se le recuerda por el que le dio la primera Eurocopa a España. El personaje de Pazos no supuso para mí ningún esfuerzo especial. Salía solo, día a día. Me decían que trabajara como Stallone, actuando pero como si no actuara. En realidad, el personaje se lo inventó Karra Elejalde para interpretarlo él. Pero Juanma [Bajo Ulloa] le dijo que no y me cayó a mí. Es una suerte haber tenido momentos en la vida que son icónicos para otros.

-Y ahora entrevistador en «O gato con botas».

-Sí. Cuando me lo propusieron me preocupé un poco, porque no soy periodista, pero me dijeron que ya lo sabían y que me lo ofrecían por ser como era. Se trata de entrevistas amables, capaces de ofrecer al espectador un aspecto humano; cosas que no están en la Wikipedia. Y la verdad es que me estoy divirtiendo mucho.

-Por el formato, la comparación con Bertín Osborne es inevitable. ¿Es usted a Galicia lo que Bertín Osborne a España?

-Yo soy más que Bertín Osborne, del mismo modo que Galicia es más que España, ja, ja. No, en serio. Es inevitable la comparación, porque es la referencia. Aunque el formato tampoco lo inventó él.

-¿A quién le gustaría entrevistar?

-Son todos gallegos, pero por hijo de gallegos, me gustaría invitar a Julio Iglesias.

-¿Se ha enamorado mucho?

-De pequeño sí. Recuerdo que me preguntaba cómo sería mi mujer, si tendría las tetas de punta o redondas. Luego me di cuenta de que era cosa de los sujetadores. Yo tuve muchas novias, pero también fui rechazado muchas veces. Hasta que una mujer encontró algo bueno en mí, pasaron muchos años. La verdad es que me he divertido mucho. He pasado una vida estupenda.

-¿Cuál es la canción de su vida?

-Hummm. Le voy a decir una. No es la canción de mi vida, pero es la mejor canción para bailar agarrado: I have got dreams to remember, de Otis Redding.

-¿Y qué opina de la invasión del reggaetón y similares?

-En mi cabeza no hay lugar para eso. Si voy a Santo Domingo y me ponen una bachata, me parece bien, pero aquí no entra en mi universo. Mi universo es el rock.

-¿Qué es lo más importante en la vida?

-Las personas. En el mundo hay muchas cosas, volcanes, por ejemplo pero ¿por qué iba a preocuparme yo por los volcanes? Lo más importante son las personas.