La decisión correcta

CULTURA

14 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace aproximadamente quince años la fotografía dejó de ser química. Hemos cambiado dramatismo por rapidez. Abaratado las imágenes. Hace aproximadamente cinco años que la fotografía doméstica la despachan los móviles. No se regalan cámaras en las comuniones. Hace más o menos cuatro décadas existían fotógrafos como Joseph Koudelka. Hemos perdido mucho desde entonces. Cuando los tanques soviéticos entraron en Praga, la cámara de Koudelka tomó una decisión. Koudelka se convirtió en apátrida. Mejor dicho: su patria fue, desde entonces, la fotografía. Quería hacer buenas fotografías y completarlas con una buena edición. Justo lo que el barullo digital nos roba cada día. Hoy el lenguaje fotográfico está devastado por lugares comunes y enfoques redundantes. El lenguaje de Koudelka es puro y genuino. Tiene la inocencia del pionero. El exilio y la trashumancia dibujan el retrato que Koudelka hace de eso que llamamos Europa y que cada vez menos sabemos lo que es. Estos días llegan a los servidores del periódico las imágenes de refugiados que demuestran que la cámara de Koudelka tomó la decisión correcta.