A Corea por el camino de la magia

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

ANA GARCIA

El ilusionista gallego Cayetano Lledó acaba de vencer en el prestigioso congreso de Almusafes, que le ha conseguido varios contratos internacionales

21 abr 2015 . Actualizado a las 07:54 h.

Cayetano Lledó ha estado una semana «noqueado». Es el tiempo que le ha llevado recuperarse de los preparativos y ejecución del espectáculo mágico que presentó en Almusafes, y que le ha valido el primer premio del prestigioso congreso mágico que se celebra en esta localidad valenciana desde hace 23 años. Un encuentro de cinco días en el que el ilusionista gallego durmió apenas 14 horas después de cinco semanas de duro ensayo -«hacía magia día y noche»- para colarse entre los seis finalistas e imponerse en el certamen.

Nada más bajarse del escenario le ofrecieron sendos contratos para actuar en Corea e Italia, lo que habla tanto de la repercusión internacional de la cita como del atractivo del espectáculo de Lledó. «Salí con una chistera enorme y frac, muy maquillado, en la línea del Circo del Sol. De hecho, cuando bajé, ya desmaquillado, la gente luego no me reconocía», explica el ilusionista, que precisamente ha creado un amplio catálogo de personajes sobre los que articula sus apariciones. «Mis espectáculos son magia teatralizada, con una serie de personajes cómicos a los que da paso un presentador como en el formato de variedades: un mago chino, una mujer barbuda o un hipnotizador», explica. En otro se convierte en el mismísimo Sherlock Holmes, con el cometido de resolver el robo de las joyas de una mansión.

De todas esas identidades mágicas, hay una que ha adquirido corporeidad propia: François Lafayette. El alter ego de Lledó dispone de su propio show y web, donde los espectadores dejan sus calificaciones -de momento, todas de cinco estrellas- y reseñas, escritas en castellano, inglés, francés, alemán y checo. Lafayette, y Lledó con él, no tiene ningún problema con los idiomas. «La primera vez que actué fuera, en el Hocus Pocus de Granada, hice un espectáculo que llevaba tan interiorizado en gallego que cuando se levantó el telón me di cuenta de que no podía hacerlo de otra manera», recuerda. «Así que lo hice en gallego igual, traduciendo alguna cosa que podía resultar difícil, pero todo el mundo lo entendió y disfrutó», añade.

Aunque la magia es un lenguaje internacional -el espectáculo con el que Lledó viajará a Corea no tiene palabras-, los ilusionistas saben que adaptar un truco a un público determinado es el camino del éxito. Lo comprobó hace años el Mago Antón cuando utilizó en Galicia vino en el número conocido como agua de la India para fijar la atención del público. Y estos cambios muchas veces son el motor que hace avanzar el repertorio de los prestidigitadores, una suerte de I+D que Lledó también cultiva. Así nació un nuevo truco: «Tuve la idea de sacar de una servilleta blanca un bote de mayonesa. De él lanzaba un chorro a una mano y en ella aparecía un perrito caliente que luego me comía con evidente satisfacción. Me pareció una idea fantástica pero encerraba un montón de problemas técnicos, hasta que di con la fórmula para conseguirlo».

Vocación por el arte

Lledó cayó cautivado por la magia cuando llegó desde su Vigo natal a Santiago para estudiar Historia del Arte. En el club de jazz Dado Dadá y de la mano de su antiguo propietario, Carlos Asorey, encontró junto a otros ilusionistas una vocación que, en su caso, se mezcla con el circo y el vodevil. Actualmente también preside la asociación Magos Profesionais de Galicia, donde sus socios trabajan por impulsar su actividad y apoyarse en la resolución mutua de problemas. Algunos de ellos también afectan a las artes escénicas en general. «El principal de ellos es que durante años, al abrigo de las subvenciones, se generó una industria increíble que creó producciones muy, muy buenas, y nos especializamos en la producción, que es donde estaban las ayudas. Cuando estas se redujeron hubo unas dificultades enormes porque no se sabían mover los espectáculos, no teníamos ni idea de distribución. Muchas grandes compañías cayeron por culpa de esto».

Lledó se prepara ahora para sus próximos compromisos en Galicia y luego viajar a Italia y Corea. Será en cuanto se recupere de las contracturas que trajo de Almusafes.