Dover vuelve abrazar de nuevo el rock que los hizo célebres
25 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Su nombre estará siempre en el punto de mira por haber roto los moldes con Devil Come To Me (1997). Pero a los integrantes de Dover parece que todo eso ha dejado de importarles hace tiempo. El cuarteto ha hecho lo que le ha dado la gana durante todos estos años. Después de triunfar tirando de la lija grunge, se acercaron al metal en Late At Night (1999). Y cuando se aburrieron de las guitarras, llegó el abrazo al pop electrónico con Follow The City Lights (2006), en una cabriola totalmente inesperada. Todo para terminar a lo étnico vía M.I.A. en I Ka Kene (2010). Su propuesta y sus giros podrán gustar o no. Pero no queda duda de que el grupo es uno de los espíritus libres de la música patria. Ahora, retornan a sus orígenes con Complications, resultado de la gira en pequeñas salas revisando Devil Came To Me. Recogieron tantas buenas vibraciones que las hermanas Llanos se abrazaron de nuevo al rock que las hizo célebres. Complications parece captar la sensación de sentir de nuevo el vigor juvenil. En apenas media hora, Dover vuelven a facturar aquel sonido rocoso-pero-melódico al que se les asociará de por vida. Como si no hubiera pasado nada desde The Flame (2003), los madrileños siguen rugiendo con ecos noventeros (¡ese aroma a Veruca Salt!) y pegada pop marca de la casa. No hay otro Serenade, pero gustará a los fans de entonces.