¿Y la literatura española?
El mejor situado este año en la parrilla virtual es Enrique Vila-Matas. El autor barcelonés permanece desde hace semanas entre el puesto catorce y quince y su triunfo en Estocolmo se abona veinte esterlinas a una, igual que su paisano Eduardo Mendoza, plantado en el siguiente escalón.Cierra la nómina de aspirantes una de las exquisitas muestras de humor británico. La ironía no la destila el autor seleccionado, sino la brillante mente que ha elaborado la relación de escritores, donde se ha colado el nombre de E. L. James, responsable (es un decir) de la infumable saga de Grey, sus sombras y lencerías pornomamá. Si se produjese la hecatombe y el jurado del Nobel en pleno sufriese un colapso cerebral del suficiente alcance como para conceder a James el premio que jamás ganó el James bueno (Joyce), la apuesta se abonaría a un astronómico 500 a uno. La solución al enigma y a las apuestas de los jugones británicos la sabremos dentro de unos días. Por ahora no se ha fijado la fecha del anuncio del ganador, pero la Academia sueca ya ha fijado el calendario de presentaciones de los otros galardones y ha dejado sospechosamente libre el jueves 11 de octubre.