La actriz gijonesa establecida en Estocolmo Antolina Gutiérrez del Castro hizo una sentida y emocionante lectura de la primera parte de Soledad. Gutiérrez explicó que el poema la había emocionado, pues Tranströmer es capaz de transmitir, «a través de su lenguaje, sencillo pero con muchas capas», sensaciones fuertes como las que narra la primera parte del poema, sobre un accidente de circulación, y en el que experimenta la sensación de estar solo «como un niño en el patio de la escuela rodeado de enemigos», dice el poema.
Durante la presentación del acto, el secretario permanente de la Academia Sueca, Peter Englund, glosó la figura del poeta sueco, quien «a través de sus imágenes translúcidas y condensadas da acceso a una nueva realidad».