El deuvedé podrá conseguirse este fin de semana con el cupón de La Voz del día y por solo 0,50 euros
24 abr 2010 . Actualizado a las 02:07 h.Dentro de la colección Sábados y domingos de cine II, mañana se ofrecerá con La Voz un deuvedé de la película de gran éxito y premiada en varias ocasiones Ciudad de Dios. Podrá conseguirse con el cupón del periódico por 0,50 euros.
Fue el director brasileño Walter Sales, autor de la inolvidable Estación Central do Brasil (1998), quien animó y apoyó a Fernando Meirelles para llevar a cabo Ciudad de Dios, película que lo consagraría internacionalmente al lograr numerosos galardones además de exhibirse en varios festivales internacionales. En la dirección se implicó Kátia Lund, que fue ayudante de Sales en su película. Rodada en verano del 2001 en las conflictivas favelas de Río de Janeiro, popularmente conocidas como Ciudad de Dios, Meirelles hubo de lograr antes el consentimiento de las bandas que controlan la zona. Para dar mayor realismo a la película, realizaron un intenso casting del que resultó un plantel de 110 jóvenes actores no profesionales que hubieron de someterse a un intenso taller de dramatización durante varios meses.
Doce guiones previos
Con apenas 3,3 millones de dólares de presupuesto, Ciudad de Dios se convirtió en uno de los mayores éxitos en la historia del cine local y logró recolocar en el mapa internacional a una cinematografía tan interesante como la de Brasil, obteniendo la insólita cifra para una película sudamericana de cuatro nominaciones al Oscar (director, fotografía, montaje y guión adaptado), además del premio de los Críticos de Nueva York y el Gran Premio en Toronto junto a otros muchos galardones, además de exhibirse en el Festival de Cannes y San Sebastián. Tomando como base la novela homónima de Paolo Lins, habitada por más de trescientos personajes y un centenar de historias entrecruzadas en varios cientos de páginas, el guionista Braulio Montavani necesitó de una docena de borradores hasta dar con el texto definitivo. Ciudad de Dios se centra en dos niños que asoman al mundo en los años sesenta, en una de las favelas más pobladas y violentas de Río. Uno aspira a ser fotógrafo, otro a ser el jefe de la banda que pronto se pasará al lucrativo negocio de la droga. La película sorprende por su planteamiento visual y estético, además de consolidar la renovación del cine brasileño. Meirelles realizaría después El jardinero fiel, sobre la novela de John Le Carré, y A ciegas, sobre la obra de José Saramago Ensayo sobre la ceguera , ya integrado en la industria norteamericana.