El ejemplar cosechado por Ángel de la Sierra en su finca de Sada superó los 2 kilos de peso
23 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.En un invernadero que utiliza para cultivar cresta de gallo, una flor muy llamativa, y tener algo de huerta, un vecino de Sada ha logrado un tomate de dos kilos. Ángel de la Sierra se ríe al comentarle que tiene una producción gigante, pero es cierto, porque además no es la primera vez que tiene tomates de grandes dimensiones. «O ano pasado non valían nada, pero xa tivera outro tomate de máis dun quilo e o deste ano non é de menos de dous», comenta. Ante el temor de que el peso del vegetal rompiera la planta, ha tenido que habilitar un soporte especial para sujetar el tomate. También hace años en su tierra, en el lugar O Pé do Muíño, cerca del pazo de Meirás, logró una col de cinco metros. Ángel desconoce la variedad de este tomate elefantiásico. «Hai 20 anos os tomates regaláronmos uns amigos de Verín e quedei coa semente», explica.