«Me tiraron el portal 4 veces, el otro día se mató un chico y ya se fue otro coche»

Dolores Vázquez SADA /LA VOZ

SADA

cEDIDA

Los vecinos de Seixeda aseguran que la vía del accidente mortal es un «peligro»

30 oct 2018 . Actualizado a las 12:06 h.

«Es un peligro», es la frase más repetida por los vecinos de Seixeda, en Sada, donde el viernes por la noche un joven de 23 años perdió la vida tras una salida de vía del coche en el que viajaba. En ese mismo punto se produjo otro accidente ayer por la mañana. «A ver si hacen algo, ya me entró un coche para dentro y estoy temblando», explica Manuel Rodríguez, que reside en el bajo del número 42, diana sobre la que se estampan muchos de los vehículos. «Me tiraron el portal cuatro o cinco veces y las puertas, ídem, el otro día se mató un chico y hoy [por ayer] ya se fue otro coche», explica recalcando que la zona es muy insegura. «La gente no tiene motivos para aminorar, si pusieran unos badenes se acabarían los accidentes», estima. De la misma opinión es Fran Chacón, que vive en el mismo inmueble y critica que no atendieran sus múltiples denuncias. «En lo que van de mes ya han chocado tres coches contra la casa», relata. Félix González, que reside frente a donde falleció el chico el viernes, lugar que luce ramilletes de flores, puntualizaba que «rara es la semana que no hay alguno», en alusión a los siniestros.

Rosa Sanduende, que vive en una casa cuyo muro también es objetivo de los accidentes, indica desde que se arregló la vía, los sucesos se multiplicaron. Aunque el Concello cuantificó 18 en un año y el alcalde, Benito Portela, aportó ese dato a la Diputación para solicitar que se tomaran medidas, ella llegó a contabilizar esos mismos en un mes hace dos años. «Con las heladas aquí siempre se fue algún coche, pero desde que se arregló, quizás por el peralte, se empezaron a ir tanto para arriba como para abajo», dice. Antonio Calvo, que esperaba ayer a unos escolares en la parada a escasos metros donde se produjo el choque mortal, sentenciaba: «Estamos vendidos». Señala que los siniestros sin contabilizar superan la lista oficial. También recogía ayer allí a tres pequeños Mónica Souto, que explicaba que siente «miedo y pavor» a andar por Seixeda. Ella acude a otra parada cuando llueve, ya que considera que se multiplica el riesgo. «No son coches que van deprisa, pero algo falla», dice, recalcando que hay que ponerle una solución. 

Mejora de la adherencia y señalización

Los técnicos de la Diputación, que es la titular de la carretera, determinaron que no es un tema estructural, sino que la siniestralidad está relacionada con frecuencia con el exceso de velocidad. Sin embargo, para intentar reducirla, desde la entidad provincial se anuncia que «de forma inmediata» se reforzará la señalización y también se mejorará la adherencia dotando a la carretera de nuevo firme con «slurry» o aglomerado lo antes posible. Para agilizarlo se acometerá la obra a través del plan de conservación o del de obras urgentes, por lo que no será necesario licitar, lo que ralentizaría el proceso, pero se matiza que es preciso para ejecutarlo que haga buen tiempo. Asimismo, se indica que el departamento de Vías y Obras trabaja en la mejora global de la carretera.