El inmueble actual fue construido entre 1921 y 1922, y sustituyó a la edificación que se reubicó en Sada
01 dic 2016 . Actualizado a las 13:33 h.Uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y que más llaman la atención de los visitantes, es, sin duda, el que actualmente ocupa la delegación de Radio Televisión Española en los jardines de Méndez Núñez, que con el vecino Kiosco Alfonso (y, en su día, el primitivo hotel Atlántico) conformaba a mediados del siglo XX el frente modernista del Relleno, que recibía a los viajeros que llegaban por mar y despedía a los que, muchos de ellos emigrantes, salían desde él. Me refiero a la Terraza coruñesa, la cual, por cierto, sustituyó en este lugar a la que actualmente se encuentra en el centro de Sada.
Esta última, referente inequívoco del modernismo en Galicia, construida en madera y de coloristas ventanales adornados con motivos ovalados y geométricos fue, en efecto, la anterior Terraza, proyectada por el arquitecto Antonio López Hernández en 1912 cuando el Ayuntamiento coruñés concedió autorización para ampliar el pabellón preexistente, el cual, por poseer una azotea accesible al público, dio nombre al local y a las edificaciones que le sucedieron.
En 1919, los hermanos Manuel y Ramiro Feal Díaz, responsables entonces del establecimiento, promovieron una nueva ampliación e iniciaron los trámites para lograr la autorización municipal para llevarla a cabo. Se constituyó a tal efecto la sociedad La Terraza S.A. y, tras un primer intento fallido, en febrero de 1920 presentaron el proyecto arquitectónico de Antonio de Mesa que fue aprobado por la Corporación al mes siguiente y para cuya ejecución debía eliminarse la edificación en madera. En lugar de destruir esta, muy acertadamente se decidió desmontarla y trasladar todas sus piezas por barco a Sada, donde una por una, como si de un juego de Lego se tratara, fueron rearmadas, permitiendo así una renovada y larga existencia a la Terraza modernista, declarada monumento histórico-artístico nacional desde 1975, y que sigue abierta al público en la villa mariñana.
En cuanto a la segunda Terraza, la que permanece en A Coruña, fue construida entre 1921 y 1922, bajo la dirección del arquitecto Pedro Mariño, y se inauguró, según Xosé Fernández Fernández (en su dosier El edificio La Terraza y los jardines de Méndez Núñez), el 30 de junio de 1922. Se trataba de una concesión municipal por sesenta años a favor de la sociedad homónima citada, de la que Ramiro Feal fue primero tesorero y más tarde presidente.
Los felices años veinte
A partir de ese momento, durante los felices años veinte y también los treinta hasta la Guerra Civil, el nuevo, más grande y ecléctico edificio polarizó en buena medida la vida social de la ciudad. Reformado en 1931 por el arquitecto Peregrín Estellés, quien le añadió las torres centrales, disponía de bar y restaurante, así como de salones de juegos y diversas salas en las que se realizaban proyecciones de cine, bailes y conciertos, entre otras actividades, constituyendo un precursor centro de ocio en el bullicioso entorno del puerto y los jardines coruñeses.
Esa fue su época dorada, pero a partir de la guerra su estrella palideció, iniciándose una lenta pero imparable decadencia que llevó a un giro sorprendente, cuando en 1955 Falange Española empezó a moverse para hacerse con su control, adquiriendo las acciones de la sociedad y lográndolo por entero en 1962, tras subrogarse en la concesión municipal vigente (la corporación coruñesa se negó a acceder a sus deseos de iniciar una nueva por otros sesenta años). Durante el tiempo que aún perduró el régimen de Franco, el edificio fue la sede local de la O. J. E., albergando asimismo en su planta superior el centro zonal de Radio Juventud, que continuó emitiendo durante los años de la Transición , según constataba La Voz de Galicia en su artículo (no firmado) del 17 de junio de 1977, titulado : La Terraza; sesenta años de historia de la ciudad, del que se han obtenido algunos de los anteriores datos.
En los años ochenta, una vez recuperado para el Ayuntamiento de A Coruña, este decide negociar con Radio Televisión Española a fin de llegar a un acuerdo para restaurar el inmueble y darle una nueva función como sede de esta entidad; tras alcanzarlo, se procede a realizar las obras correspondientes, asumiendo el municipio la rehabilitación exterior y RTVE el acondicionamiento interior, quedando listo para su reinauguración conjunta por parte del alcalde Francisco Vázquez y del director general del ente público, José María Calviño, el día 3 de junio de 1985.
No obstante, el deterioro de los elementos externos del inmueble haría necesarias nuevas intervenciones en 1999 y el 2002, siendo esta última la más completa y hasta hoy vigente, dando al edificio el aspecto que ahora posee; ambas fueron acometidas por el gabinete de arquitectura de RTVE.
Una vida de película
Esta es, resumidamente, la narración de la trayectoria de la Terraza coruñesa, un edificio que en sus inicios fue alegre punto de encuentro y diversión; que más tarde decayó, fue Delegación Provincial de la Juventud en el tardofranquismo y, finalmente, decora la fachada portuaria de la ciudad con sus torres, pabellones y molduras de estilo ecléctico bajo los auspicios de la cadena estatal de televisión y radio, de la que es centro emisor.
Toda una película hecha arquitectura de lo que fue y es nuestra sociedad; merecería un tratamiento cinematográfico similar al que realizó Ettore Scola en Le bal. En este filme se muestra la evolución de una sala de baile a lo largo del siglo XX, como reflejo de las transformaciones sociales contemporáneas; en nuestro caso, se describiría la de una peculiar y proteica edificación capaz de metamorfosearse al ritmo de la historia.