La Audiencia prohíbe a los vecinos de un edificio de Sada tener perros

M. Ballesteros A CORUÑA / LA VOZ

SADA

Atlas TV

La sentencia da la razón al denunciante, un residente con fobia a los canes

17 mar 2015 . Actualizado a las 17:41 h.

Noa tiene 9 años, no llega a los seis kilos, apenas ladra y ha aprendido a hacer sus necesidades en un arenero de gato para evitar molestias en la urbanización de Sada que hasta hace un mes era su casa. Aun así, una sentencia de la Audiencia Provincial ha resuelto que su dueña, Irene Ventura, de 26 años, no puede mantenerla en la vivienda ya que incumple el régimen interno de la comunidad de propietarios. «Se prohíbe la tenencia en los apartamentos o fuera de ellos de perros, gatos o cualesquiera otros animales que puedan causar molestias, suciedades o ser motivo de peligro o riesgo para las personas», dice la norma vecinal.

El fallo es consecuencia de la denuncia de un vecino de la urbanización que asegura sufrir cinofobia (fobia a los perros) y ha llevado a la dueña de Noa a iniciar una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma change.org en la que, en dos días, ha conseguido reunir más de 14.600 apoyos.

«Me siento muy angustiada porque han trastornado totalmente mi hogar. Mi perra es mi hogar, es mi familia», lamentaba ayer la joven, quien resolvió acatar la sentencia desde el primer momento y mantiene a Noa en casa de un matrimonio amigo donde la visita a diario.

Tras renunciar a un largo y costoso recurso de casación ante el Tribunal Supremo, la joven confía en que la solución al problema pueda llegar esta misma semana, durante la junta general extraordinaria que se celebrará el jueves en la urbanización, para la que ya tiene el voto delegado de seis de los 22 propietarios. «Yo confío en que se cambie la norma. Si no se hizo hasta ahora fue porque consideramos que no hacía falta y podría servir si se diese el caso de algún animal que causase realmente molestias», explicó Ventura, quien tiene claro que, en caso de que no se elimine ese punto del reglamento, denunciará a la comunidad porque, según subraya, el régimen interno solo puede regular las zonas comunes y no el interior de las viviendas.

Sea como fuere, Irene Ventura está convencida de que el procedimiento judicial que le impide mantener en casa a Noa es un asunto personal, ya que hay otras viviendas con mascotas y en vacaciones algunos propietarios que veranean en Sada vienen con perros sin que se haya producido ninguna queja por parte del denunciante.

De hecho, la demanda -que en primera instancia fue desestimada por un juzgado de Betanzos- solo se dirigió contra Ventura y otra pareja de vecinos que también tenían una perra, fallecida durante el procedimiento.