Culleredo retoma el lunes su actividad orgánica

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Pleno infantil de Culleredo, celebrado en la Universidad Laboral.
Pleno infantil de Culleredo, celebrado en la Universidad Laboral. MARCOS MÍGUEZ

La junta de gobierno abordará la contratación de un ingeniero para el área de Medio Ambiente

30 may 2020 . Actualizado a las 16:57 h.

El estado de alarma decretado por el Gobierno del Estado el pasado 14 de marzo implicó la suspensión de todos los plazos administrativos y la suspensión de toda la actividad presencial municipal. El Concello de Culleredo constituyó entonces el gabinete de crisis para abordar todos los asuntos básicos por la emergencia sanitaria.

 Ahora el Gobierno central ha determinado que dicha suspensión se deja sin efecto, desde este lunes, 1 de junio. El Concello retoma en esta fecha la actividad de los órganos colegiados con la previsible adopción de acuerdos que necesitaban que dicha suspensión de plazos no estuviera vigente.

 La junta de gobierno se reunirá el lunes. Entre los puntos a tratar se encuentra la aprobación de la contratación de una plaza de ingeniería para el área municipal de Medio Ambiente, asunto pendiente antes de la emergencia sanitaria.

 El martes tendrá lugar una junta de portavoces extraordinaria y el viernes un pleno extaordinario, que se ofrecerá en streaming. En dichas reuniones se tratará la toma de conocimiento de la dimisión del concejal Diego Taibo, tras asumir el acta de diputado en el Congreso, y el nombramiento de nuevos miembros en la mesa de contratación para asuntos del plan europeo Culleredo Vivo.

«Estos dos meses y medio se atendimos todos los asuntos esenciales sin ningún problema y cumplimos minuciosamente lo que nos permitían los decretos», destaca el alcalde, José Ramón Rioboo. Ahora que se abren los plazos y se abre también un «nuevo horizonte para poder cumplir los objetivos en ayudas e inversiones que reactiven la economía», sostiene.

 En este sentido, el Concello ya llevó a cabo medidas importantes como la entrega de EPI, el reparto de deberes a escolares, la compra de alimentación y productos de farmacia a familias con dificultades, el contacto con los mayores que viven en soledad, la desinfección diaria de calles y aceras o la adopción de medidas en los accesos a las dependencias municipales.