Indignación vecinal por una línea continua en la Costa da Lonxa

Elena Silveira
Elena Silveira CULLEREDO / LA VOZ

CULLEREDO

Elena Silveira

La Diputación repintó este tramo en O Burgo porque los giros a la izquierda «causaban numerosos accidentes»

14 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos de la Costa da Lonxa, en O Burgo, están que trinan. Sobre todo los que tienen garajes en los edificios próximos. Dicen que los «marean» con la señalización horizontal y que hace poco la Diputación pintó una raya blanca continua donde antes era discontinua, dificultando así la entrada y salida de los aparcamientos. Explican también que el repintado de ese pequeño tramo de la carretera DP-3103 cambia más «que un camaleón» y piden, la gran mayoría, que lo vuelven a poner discontinuo.

Desde la Diputación confirmaron que el cambio en la señalización siguió criterios técnicos y de seguridad ya que la raya discontinua permitía hacer giros a la izquierda que «causaban numerosos accidentes». Además, recordaron que a tan solo unos metros hay dos rotondas donde los residentes pueden dar la vuelta y entrar en sus garajes de forma segura y cumpliendo la normativa de tráfico. Una de las rotondas, en lo alto de la Costa da Lonxa, es la que dirige el tráfico hacia el aeropuerto o hacia la carretera de Santiago (N-550). La otra, más urbana, es la que distribuye los coches hacia el puente de O Burgo, Almeiras o la N-550. «Con lo que no cuentan es que obligándonos a coger estas rotondas, que siempre están colapsadas, nos obligan a meternos en un atasco en vez de poder evitarlo», indica un residente. La Diputación insiste en que debe prevalecer la seguridad.

«Yo lo veo perfecto, así es más seguro»

Juan Carlos Leites es partidario de la línea discontinua a la salida de aparcamientos y garajes. «Lo veo perfecto así porque es más seguro». Reconoce que la incomodidad es tener que meterse en las rotondas para hacer los cambios de sentido, ya que suelen estar atascadas.

«No entiendo tantos cambios»

José Luis Castro no tiene coche. Pero su mujer sí y, dice, con bastante frecuencia se encuentra con atascos que le impiden salir del garaje. Cree que la línea discontinua descongestiona las rotondas y, según dice, no entiende «tantos cambios» si los vecinos lo tienen claro.

«La última vez duró un mes discontinua»

«La borraron y la volvieron a pintar. Deberían ponerla de una manera o de otra, de forma definitiva, porque la última vez duró muy poco discontinua», explica Ignacio Martínez. Recuerda que ir y venir de la rotonda de Alvedro es casi un kilómetro. «Más de una vez al día y eso cuesta».