Solo cinco realojos en A Pasaxe pese a una inversión de un millón

B. Capelán A CORUÑA / LA VOZ

CULLEREDO

ANA CANEIRO DACOSTA

Las obras para retirar chabolas vacías y restos en el poblado han dividido la zona en dos áreas de viviendas

05 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El asentamiento chabolista de A Pasaxe ha visto cómo estos días caían nuevas infraviviendas, dentro de los planes de María Pita para la evacuación paulatina de personas del lugar. Los planes del gobierno local proyectaban el realojo de entre 20 o 30 personas cada doce meses, por lo que en un período de cinco años la zona debería quedar sin población. Sin embargo, tal y como denunció el PP ayer mismo, apenas cinco familias han sido reubicadas pese a dejar sin ejecutar el 25 % del presupuesto de Servicios Sociales.

El grupo municipal popular critica también la política de realojos de María Pita, ya que pese a haber contratado a nueve personas con un coste de un millón de euros en sueldos y haber firmado un convenio con Arquitectos Sin Fronteras por un importe de 140.000 euros solo un 10 % de las familias de A Pasaxe han sido trasladadas a pisos. El procedimiento para alquilar es el principal escollo de los chabolistas, ya que el Ayuntamiento deja en sus manos la elección del inmueble y son varias las voces que alertan de trato discriminatorio y del rechazo que sufren para ser inquilinos. El gobierno local, por otro lado, compromete el pago de la mitad del alquiler y las facturas corrientes.

El PP local, a través del concejal Miguel Lorenzo, critica también el recorte de la Marea en el presupuesto destinado a servicios sociales en el 2016, ya que solo se ejecutó el 74,5 % del total, añadiendo el edil popular que su grupo empleó el 81,6 % dos años atrás. Por otro lado, también reprochan los populares la reducción en 500.000 euros de la partida destinada a programas de promoción de autonomía personal y atención a la dependencia.

En A Pasaxe hay en la actualidad varias familias pendientes de encontrar piso. Una de ellas se encuentra ultimando su mudanza a un apartamento situado en O Temple.

El poblado, dividido

La lluvia dibujó un paisaje bien distinto para la segunda jornada de retirada de escombros y chabolas vacías del poblado de A Pasaxe. Los operarios dejaron atrás la maquinaria y, al menos por la tarde, se paralizó el trabajo.

Tal y como afirman algunos de los residentes, el proyecto busca concentrar a todos los habitantes del asentamiento en un núcleo cerrado. Pese a todo, la negativa de varias personas a abandonar sus viviendas ha provocado que el poblado haya quedado dividido en dos zonas: una más próxima al solar donde se asentaba la antigua nave de La Toja y otra que se encuentra a la orilla de la ría de O Burgo. Las personas de ambas zonas no tenían excesivo trato los unos con los otros, según han afirmado residentes, pero no existe ningún conflicto entre clanes.

En el área donde los operarios de María Pita han depositado los restos de chabolas hay un letrero que informa de la necesidad de acceder con casco y bajo supervisión de un responsable de la obra al perímetro afectado, pero es una norma que nadie del poblado ha cumplido durante los primeros dos días de trabajos. Todavía quedan restos amontonados esperando para ser retirados, mientras la vida continúa como siempre y sin mucho cambio en A Pasaxe.