Ana Naseiro: «Nadie había investigado la depuración en Tabacos en 1936»

montse carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

La experta publica un libro con documentos inéditos sobre la historia urbanística e industrial de la ciudad

08 sep 2018 . Actualizado a las 11:34 h.

Dos fábricas coruñesas, las de Tabacos y Cerillas, darían para escribir una historia paralela del sindicalismo en España que devolviese a las mujeres al lugar central que les fue hurtado. Lo sugiere Ana Naseiro (Vilalba, 1978), facultativa del Archivo General de la Administración y jefa del equipo encargado de determinar qué documentos generados por el Estado se conservan para la historia y qué documentos se desechan. «El papel de la mujer en el nacimiento de la lucha obrera está mal planteado historiográficamente. Parece que los hombres son los cabecillas, cuando es al revés. Son las mujeres quienes deciden rebelarse», afirma la autora de A Fábrica de Tabacos da Coruña e a Fábrica de Mistos: Factores de transformación dunha cidade (Círculo Rojo), un ensayo presentado esta semana en la Asociación Cultural Alexandre Bóveda que recoge el hallazgo de documentos inéditos sobre la historia industrial y urbanística de A Coruña y abre nuevas líneas de investigación por explorar.

-¿Qué encontró?

-Inventariaba un fondo que no sabíamos qué contenía cuando encontré un expediente general que no había sido consultado por nadie y explicaba muy bien el tránsito del Arsenal de la Palloza de donde partía el correo marítimo a América a la Fábrica de Tabacos. Ahí aparecen disputas por los terrenos entre Hacienda y la Marina, porque el tabaco en época de guerra es un producto de sustento de las tropas (de hecho, la fábrica se amplía después de la guerra de Independencia) y a Hacienda le interesan los terrenos. Luego me fui al Archivo de la Marina Álvaro de Bazán para ver en qué había quedado la disputa y lo que iba a ser un artículo acabó convirtiéndose en un libro.

-¿Por qué la historia urbanística e industrial está tan poco investigada?

-En España tenemos tanto patrimonio histórico que acabamos centrándonos en la ciudades milenarias, y el desarrollo industrial y urbanístico contemporáneo queda relegado. Ahora estoy con un fondo interesantísimo para conocer la explotación del territorio por el régimen de Franco ante la falta de materia prima del exterior, y apenas hay trabajos. Pero sobre todo creo que la falta de financiación es lo que hace que la gente no investigue. Ahora nos apoyamos mucho en los libros y no explotamos las fuentes primarias, los archivos, que son los que verdaderamente nos pueden dar información.

-Indagó la depuración franquista en Tabacos, ¿qué aporta?

-Los procesos de depuración entre funcionarios civiles y militares son conocidos, pero no los que se imponen en las fábricas entre 1936 y 1940. Las denuncias en A Coruña motivan, de hecho, una ley estatal que regula las depuraciones en las fábricas. Nadie lo había investigado.

-¿Quién denuncia?

-Los falangistas denuncian al médico, Joaquín Cotarelo, amigo de Casares Quiroga, juzgado por el Tribunal de la Masonería y el Comunismo, y para mí la mayor víctima de la Guerra Civil en este contexto (fue expulsado de la fábrica, del Ayuntamiento y del hospital). Denuncian por admitir el sindicalismo al director, Valentín Solís, otro héroe que trata de impedir que militaricen a los mozos, muy jóvenes. Un trabajador muere asesinado en un levantamiento por las fuerzas del orden y más de 58 personas son expedientadas.