José Luis Represas: «En formaciones como la Banda los cambios son siempre positivos»

FErnando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Tras el último concierto en María Pita, cede la batuta al director vasco Juan José Ocón

28 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Se avecinan nuevos tiempos para la Banda Municipal de Música con la llegada de su nuevo director, el vasco Juan José Ocón, justo a las puertas de la celebración de su 70.º aniversario. Es momento de echar la vista atrás y hacer balance con quien llevó la batuta hasta su despedida como director, en el último concierto en María Pita, José Luis Represas, que ha ocupado el puesto estos últimos seis años, con el intervalo de Andrés Valero, al que razones profesionales lo llevaron de nuevo a su tierra en Valencia.

-Setenta años de historia...

-En los que la Banda se ha convertido en parte fundamental de la banda sonora de esta ciudad, que es una potencia cultural y, sobre todo, musical. Llevo 25 años ya en A Coruña y me sorprende esa vitalidad cultural de la que ya me considero parte.

-El papel de la Banda es claro en el ambiente musical de la ciudad, aunque la sombra de la Sinfónica es muy larga.

-La Sinfónica son nuestros hermanos, y enriquecen el panorama musical de la ciudad de un modo ejemplar. Tienen una calidad indiscutible y es cierto que la presencia que tienen a nivel social y mediático es enorme, pero creo que es algo positivo. No da tanta sombra. Nosotros llevamos setenta años haciendo música bajo batutas como las de Rogelio Groba, Rodrigo de Santiago, Indalecio Fernández Groba y otros muchos directores que forman parte de nuestra historia. Y eso terminó creando una base cultural, generando una masa ciudadana preocupada por la música. El propio maestro Groba decía que si existía una Orquesta Sinfónica de semejante nivel es porque muchos grupos sementaron antes ese ambiente musical de la ciudad. Y no me refiero solo a la Banda Municipal, sino que ahí hay que incluir a la coral El Eco o Cántigas da Terra, entre otras, que son auténticas instituciones culturales y sociales. Cada uno pone su grano de arena.

-Cuesta separar su nombre del de la Banda.

-Pero en formaciones como esta, con una gran exigencia técnica, artística, profesional y humana, los cambios son siempre positivos. Ahora vendrá un maestro de reconocida trayectoria, Juan José Ocón, que iniciará una nueva época con mucha ilusión y con repertorio renovado. El público verá una nueva senda y habrá que estar apoyando a la Banda.

-¿Cómo definiría su paso por la dirección de la Banda?

-Le he puesto mucha ilusión, prudencia y, sobre todo, dedicación. Yo y todos los músicos de la Banda, porque son muchas horas de estudio para poder ofrecer repertorios distintos cada semana. Ha sido una experiencia maravillosa, y tengo que agradecer a todos mis compañeros su profesionalidad, dedicación y el respeto que siempre han mostrado.

-¿Satisfecho del resultado de estos años de trabajo?

-A pesar de todo, de que no tenemos la repercusión mediática que puede tener el fútbol, ni mucho menos, sí se ha convertido la Banda en una referencia a nivel nacional e internacional. Es una muy buena banda, con unos músicos que tienen una media de cuarenta y pocos años que tienen una formación enorme y mucha experiencia en atril. Eso es fundamental.

-Destaca la versatilidad de la Banda como uno de sus grandes atractivos.

-Podemos hacer frente a cualquier repertorio, tal y como quedó demostrado en el concierto de María Pita, donde interpretamos un programa ecléctico, con diferentes sonoridades para llegar a todos los públicos. Tenemos que ser versátiles para adecuarnos a lo que nos demanda el público. Somos un servicio municipal, al fin y al cabo, así que tenemos que llegar a toda la ciudadanía.

«Soy funcionario de carrera y volveré a mi plaza para dar todo mi apoyo al nuevo director»

Represas rememora alguno de los grandes momentos vividos al frente de la banda.

-¿Guarda recuerdo de algún concierto en especial?

-Vivo los conciertos, al igual que el resto de compañeros, de una manera total, son momentos mágicos. Pero lo mejor es siempre la respuesta del público. Este mismo verano, una hora antes de empezar un concierto en las Bárbaras, ya estaban ocupadas las 500 sillas. Esa entrega, esa atención y el cariño y respeto hacia lo que les ofrecemos es algo muy especial. Aún así, sí que hay conciertos que quedan en la memoria de un modo especial. Como el que dedicamos a Pucho Boedo en María Pita ante miles de personas. Pero también los Seráns musicais que hicimos en el Rosalía, un aforo mucho menor pero que estaba siempre lleno. Trabajamos para producir emociones y felicidad. Y ver que tu trabajo tiene respuesta es algo incomparable.

-¿Y quedó alguna cosa por hacer?

-Muchas cosas. Los músicos, como los médicos y otras muchas profesiones, estamos siempre estudiando, viendo nuevos repertorios... Y siempre quedan cosas por hacer. Como compositor me interesa especialmente la música gallega. Somos una potencia en música de banda y siendo singulares podemos ser universales. Quizás me gustaría haber potenciado más nuestra música. Pero en el futuro habrá nuevas ocasiones, seguro.

-¿Volveremos a verle con la batuta al frente de la Banda, aunque sea como director invitado?

-Espero que sí. Dirigir a un grupo tan bueno como este es siempre un honor. Pero yo soy funcionario de carrera, volveré a mi plaza y puesto, y ahora tengo el deber, sobre todo moral, de facilitar y apoyar al nuevo director.