La cabalgata de Reyes comenzó en medio de la guerra

Xosé Alfeirán

A CORUÑA CIUDAD

La Voz de Galicia

Organizada por la Falange, la del año 1938 fue la primera de carácter general que se celebró en la España franquista

09 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El día de los Reyes Magos siempre fue una fiesta de ilusión. La tradición decía que en la víspera, antes de acostarse, niñas y niños debían dejar en la ventana o en la puerta un zapato con la esperanza de recibir al despertarse algún regalo o golosina. Durante mucho tiempo la festividad tuvo solo un carácter religioso, se santificaba en las iglesias, y en particular, la festejaban las familias en sus casas. Pero a finales del siglo XIX y comienzos del XX fue adquiriendo en España también un carácter de celebración pública mediante la organización de una cabalgata por las calles de la ciudad.

La primera cabalgata de Reyes que tuvo continuidad aconteció en Alcoy en 1885, convirtiéndose en la más antigua de las que hoy se celebran. Esta iniciativa se fue extendiendo, con mayor o menor fortuna, por otras ciudades siendo organizada por diferentes sociedades o ateneos locales, ya que los ayuntamientos, en esa época, apenas gastaban en fiestas. En algunos casos, como en Granada desde 1910, o en Sevilla desde 1918, se mantuvieron en el tiempo; en otros lugares tuvieron un carácter esporádico o intermitente. Así sucedió en A Coruña, donde la Liga de Amigos organizó en 1909 esa primera cabalgata, pero, a pesar de su éxito, no se volvió a repetir.

Todo cambió en 1938. En plena Guerra Civil, con una España dividida y sangrando, en la zona dominada por el régimen dictatorial de Franco, la Falange Española Tradicionalista y de las JONS organizó una celebración general de la cabalgata de Reyes. Su finalidad fue propagandística: ni un solo niño sin juguetes en la nueva España nacionalsindicalista, católica e imperial.

Las órdenes dadas por la dirección de la Falange conllevaron la realización de una intensa campaña en radio y prensa exhortando a la gente a donar juguetes para la cabalgata, la instalación de buzones donde los niños podían depositar sus cartas de petición a los Reyes poniendo su dirección, la contestación a esas cartas indicando el lugar donde deberían acudir esos niños a recoger sus regalos, y la ejecución de la cabalgata, con los tres Reyes Magos, que se detendría en los centros benéficos y de la Falange para entregar dichos regalos.

En A Coruña, a las 8 de la noche del 5 de enero de 1938, partió la cabalgata desde el cuartel que la Falange tenía en la calle Emilia Pardo Bazán. Iniciaba la marcha la sección de ciclistas, seguían los gastadores, las bandas de cornetas y tambores, la Estrella de Oriente, los pajes y los Reyes Magos montados en caballos y vestidos con camisas azules, mantos y coronas. Tras ellos iban tres camiones cargados con juguetes. Todos marchaban custodiados y entre dos filas de cadetes y flechas que portaban antorchas y bengalas encendidas.

Repartieron juguetes en el Patronato de la Caridad, Hospicio Provincial, Grande Obra de Atocha, Cuartel de Flechas en la Marina y Cuartel de Cadetes en Pardo Bazán, donde les esperaban los niños de las distintas escuelas y centros benéficos de la ciudad. Cada reparto de juguetes terminaba con los niños brazo en alto cantando el Cara al Sol. A veces las historias duelen.