Una ruta que está de moda

Cristóbal Ramírez EL EXPERTO

CAMBRE

30 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Camino Inglés está de moda. Tanto que hace unos días National Geographic le dedicaba una información no exenta de errores y con unas fotos maravillosas de parajes que jamás pisará el peregrino, como las Fragas do Eume o el castillo de Nogueirosa (Pontedeume). ¿Pero a quién le importan esos detalles cuando se habla de una ruta que figura en el top ten de Galicia?

 Claro que lo que sube casi siempre acaba bajando. Y es lícito preguntarse si este será el caso. Porque la reseñalización del Camino Inglés -tan necesaria para las personas que parten del puerto de A Coruña y que acaban perdiéndose antes de la fantástica iglesia de Sigrás-, se está haciendo con criterios más que discutibles. Así, se ha buscado la traza más reconocible como el camino histórico, la que más se identifica con este. Cosas de la Dirección Xeral del Patrimonio, aunque en las redes sociales las patadas se están dando en el trasero de la Axencia de Turismo de Galicia y del Xacobeo, que nada tienen que ver en ese diseño. Porque el problema radica en que en ocasiones el camino histórico coincide con un kilómetro largo de carretera donde nadie va a menos de cien por hora, y donde los peregrinos no disponen ni de aceras ni de nada que se le parezca: pisan el asfalto directamente y se juegan la vida. ¿Dónde? Desde As Travesas hasta Mesón do Vento. ¿Eso es nuevo? Pues sí, porque hasta ahora iban por unos caminos de tierra que cruzaban dos maravillosos bosques. Y hay más ejemplos.

Mientras, la Diputación se ha comprometido a mejorar puntos concretos, pero no será posible mientras no se acabe la reseñalización, y se entra en un círculo vicioso que pagan los 10.000 peregrinos que este año recorrerán la ruta de moda. A algunos de los cuales, por cierto, ha tenido que rescatar el autor de estas líneas.