Un joven de Cambre replanta una superficie del coto de Chelo de forma altruista
28 mar 2016 . Actualizado a las 13:41 h.Entre amenazas de incendios y especies invasoras, al coto de Chelo le ha salido un importante aliado. Se llama Álex Álvarez Hurtado, tiene 25 años, y vive a caballo entre su Cambre natal y Lugo, donde concluye sus estudios universitarios de grado de Ingeniería. Precisamente en su casa de O Temple está registrada la sede de Acefga (Asociación pola Conservación do Ecosistema Forestal Galega), plataforma desde la que realiza labores de conservación de la naturaleza. «En el mundo anglosajón este tipo de iniciativas funcionan mucho», explica Álex, que también colabora con Fragas do Mandeo.
Pero regresemos a Chelo, uno de los rincones naturales más importantes de la comarca coruñesa. Allí Acefga ha conseguido la cesión de una parcela de algo más de 7.000 metros cuadrados. «Eliminamos el eucalipto y repoblamos con especies autóctonas, como abedul, fresno, castaño, roble... hasta una veintena de tipos», relata Álex, quien añade que la decisión de uno u otro árbol depende de numerosos factores. «No hay un criterio cerrado para poner un roble o un castaño, debemos estudiar antes el tipo de suelo en que se encuentra, si es un pedregal o una zona más fértil», explica el presidente de Acefga. Entre sus labores también se incluye la eliminación de especies invasoras. Y su web informa de las consecuencias de sus pasos. Así, hasta la fecha, ya han plantado en este área 105 árboles autóctonos que neutralizarán 300 kilos de CO2.
Desde los 18 años
Su amor por la naturaleza se inició a los 18 años: «Hacía rutas, salidas en bosques y por ríos y poco a poco hemos ido cogiendo experiencia». El plural engloba a cuatro compañeros que forman parte de Acefga, entidad vinculada también a la Rede Galega de Custodia do Territorio. Su asociación cuenta con varios socios particulares, entre los que se incluye una empresa de Cambre dedicada a patentes. A mayores de esos 7.000 metros cuadrados, Álex y su equipo también gestionan una parcela de la Diputación, «tras pedir permiso» al ente provincial, muy próxima al puente peatonal del coto de Chelo.
El alcalde de Coirós, Francisco Quintela, aún confiesa su extrañeza cuando recibió hace meses la visita del joven cambrés. «Me quedé muy sorprendido cuando vino a presentarme su proyecto a cambio de nada, así se lo dije y, obviamente, no pude negarme», recuerda el regidor. «Ni siquiera ha pedido ayuda ni material del Concello que, por supuesto, ponemos a su disposición en cuanto lo necesite, es lo menos que podemos hacer», explica el regidor de Coirós, municipio en el que también colabora la entidad Fragas do Mandeo. «Hacen falta más personas como él», dice.