El primer salmón del Mandeo picó veinte días después de iniciarse la temporada

BETANZOS

21 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El primer salmón del Mandeo llegó con nocturnidad y un considerable retraso en el calendario. Rafael Pereira tuvo la suerte de hacerse con el campanu de este río a la altura del coto de Chelo, ubicado entre los concellos de Betanzos y Coirós. Fue una batalla hombre-pez que se prolongó más de un cuarto de hora desde que el salmón mordió el rapala -señuelo artificial que simula un pequeño pez- hasta que Rafael pudo extraerlo del río. El mérito se multiplica porque el objetivo de este camionero de 49 años no pasa de pescar reos. «Nunca voy al salmón y esto me pilló por sorpresa», confiesa este vecino de Bergondo. A las diez menos cuarto, el pez picó y pasadas las diez de la noche Rafael consiguió coger por la cola el preciado salmón, que pesó tres kilos y medio. «Después de picar lo dejé moverse a su aire durante varios minutos y, a medida que se cansaba, le sacaba la cabeza del agua para asfixiarlo -relata el veterano pescador-; finalmente, cuando lo vi ladearse y vencido pude cogerlo». Toda la maniobra obedecía a un objetivo: evitar que se rompiera un delgado sedal que no estaba precisamente a prueba de salmones.

El año pasado a estas alturas ya eran varios los ejemplares pescados, una comparativa que preocupa a la Sociedad Río Mandeo, que gestiona el coto de Chelo. El color excesivamente plateado del campanu indica que lleva muy poco tiempo en el río o, lo que es lo mismo, que los salmones están remontando muy tarde durante este curso.

Demora en el Eo

La tardanza también se repitió en el Eo. Fue un ginecólogo coruñés, Miguel Álvarez, el que se hizo con el salmón del río fronterizo entre Galicia y Asturias a mediados de abril. El premio llegó casi un mes después de iniciarse la temporada.

¿Estamos ante una crisis del salmón? ¿Hay competencia desleal en otras zonas por las que atraviesan estos animales? Para Miguel González, presidente de la Sociedad Río Mandeo, se trata de una mezcla de ambas premisas. «Incluso la luna puede afectar este año a que los salmones no arrimen», indica Miguel, quien, al igual que otros pescadores de la zona, sospecha que el sustancial descenso de salmones en el 2009 puede tener su origen en una pesca desmedida en los países nórdicos, lugar de procedencia de estos ejemplares. Porque el problema no es local ni autonómico, sino que afecta a los ríos del Atlántico y la cornisa cantábrica. «En Asturias deberían haber pescado ya más de 400 salmones a estas alturas de año y solo van unos cuarenta, está claro que algo pasa», indica González. «Esto sucede en el Narcea, en el Sella, en el Eo, si acaso se salva el Ulla», matiza.

Los salmones y reos que encaran el Mandeo deben salvar un último obstáculo, las redes ilegales que inundan la ría entre Betanzos y Sada. El pasado domingo, Rafael, el pescador del campanu , se hizo con un reo que estaba marcado por estas artes prohibidas.