Gabriela Alexandra Oanta: «Lo que estamos haciendo tiene que repercutir en la sociedad civil»

Antía Díaz Leal
Antía Díaz Leal A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Vítor Mejuto

La catedrática destaca el prestigio del Instituto a nivel internacional

16 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Catedrática de Derecho Internacional en la Universidade da Coruña, titular de la cátedra Jean Monnet de derecho de la Unión Europea de los océanos, Gabriela Alexandra Oanta (Bucarest, 1976) dirige desde el 2018 el Instituto de Estudios Europeos de la UDC.

—¿Qué es el Instituto de Estudios Europeos Salvador de Madariaga?

—Es un centro propio de la UDC, como una facultad pero con menos posibilidades para organizar docencia. No podemos impartir grados, másteres oficiales o programas de doctorado, pero sí títulos propios de la universidad, y hacemos mucha actividad de formación. De hecho, está afiliado a la cátedra Jean Monnet, financiada por la Unión Europea (UE), que yo dirijo, que es sobre el derecho de la UE de los océanos. Recibimos investigadores en relación con temas europeos e internacionales, y tenemos un grupo de investigación de cuestiones actuales de derecho internacional europeo.

—¿Qué tipo de actividades realizan?

—En los últimos cuatro años hemos organizado un curso de extensión universitaria sobre estudios marítimos, que es el único que hay en España con precios públicos, y el único que hay aquí en Galicia que aborda temas marítimos. Es una actividad cofinanciada por la UE, y ofertamos cada año treinta plazas, y la mayor parte son de Latinoamérica. También organizamos un curso de verano en la segunda semana del mes de julio en la Autoridad Portuaria, y allí de nuevo tenemos estudiantes de España, de otros países europeos y también doctorandos de países latinoamericanos. Recientemente, el Instituto Galego de Estudos Internacionais (Igadi) ha estado aquí con un grupo de estudiantes, doctorandos y colaboradores de Macao, y fue una experiencia muy enriquecedora.

—Esto último, de alguna manera, permite profundizar en la lusofonía.

—Desde luego, y hemos visto que las universidades gallegas pueden ser un punto de partida muy importante y una apertura al mundo fantástica, también a través de la cooperación transfronteriza o el Campus do Mar de la Universidade de Vigo, que aglutina a las tres universidades gallegas y cuatro del norte de Portugal.

—¿Está bien posicionado el instituto en las redes europeas de investigación?

—Sí, ha sido reconocido en tres ocasiones diferentes por la Comisión Europea como un centro de excelencia Jean Monnet. Hemos colaborado con una red financiada por la UE en la que participamos diez centros de investigación o universidaded de diez países europeos diferentes. Esto hace que haya unas sinergias de trabajo ya consolidadas con centros de investigación o universidades de otros países, no solo de Europa. Desde 1997, el instituto ha ganado más de treinta proyectos autonómicos, nacionales y europeos. Trabajamos mucho en derecho del mar o en estudios europeos, pero también estas colaboraciones que hemos ido forjando en cerca de treinta años de actividad nos dan una proyección internacional que es importante.

—El mar y la Unión Europea son claves para Galicia. ¿Lo perciben así los alumnos?

—Dede luego, y por eso la mayor parte de los proyectos que hemos tenido han estado relacionados con el mundo marítimo, desde medio ambiente, pesca, seguridad marítima, piratería... Esta es la filosofía también del grupo de profesores con los que trabajo, que lo que estamos haciendo tiene que repercutir en la sociedad civil, tenemos que hacer un derecho aplicado a lo que nos exige la sociedad, y de ahí que el mar sea el cenro de nuestra actividad.

«Llevo más años aquí que en Rumanía, aunque voy a menudo»

Gabriela Oanta llegó a la UDC en octubre del año 2000 para realizar el máster en Estudios de la Unión Europea que entonces organizaba el instituto que ahora dirige.

—La calidad, la solidez del instituto era bien conocida no solamente en España, sino también fuera de las fronteras españolas. Su director y fundador fue José Manuel Sobrino Heredia, que ahora es profesor emérito de nuestra universidad. Yo cursé la tercera edición del máster, que se extinguió, desafortunadamente, en el curso 2017-2018, por la normativa de la Xunta que exigía un mínimo de veinte alumnos de nueva matrícula. Muchos años después, nos seguían llegando consultas en relación con la admisión en el máster.

—¿Se imaginaba entonces que acabaría siendo catedrática en la UDC?

—¡No! Yo vine para formarme, había estudiado en Rumanía Derecho Comunitario Europeo. Cuando acabé la carrera me quería especializar porque me atraía mucho el derecho de la UE y lo veía como algo de futuro para Rumanía, que quería entrar en la gran familia europea. Vine para formarme, pero como bien se dice, el camino se hace al andar. Llevo más años aquí y en otros países que en Rumanía, aunque voy muy a menudo.

—¿Por qué decidió quedarse?

—La investigación siempre me había atraído y había sido una alumna muy buena, muy estudiosa. Pero no tengo familiares que fueran profesores de universidad. Entonces, al llegar me integré e el grupo de investigación liderado por José Manuel Sobrino, que es mi maestro. Y poco a poco empecé a trabajar sobre el derecho del mar, el derecho internacional de la UE, y desde el año 2018 tengo el privilegio de dirigir el instituto.