Manolo, el hostelero brutalmente agredido en O Ventorrillo: «Me arrastró para detrás de la barra y ahí estuvo unos cinco minutos apretándome la garganta»

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La cafetería San Telmo, cerrada este miércoles
La cafetería San Telmo, cerrada este miércoles

El suceso tuvo lugar este lunes, cuando el hostelero se disponía a cerrar su cafetería situada en la calle Alcalde Salorio Suárez

03 oct 2023 . Actualizado a las 20:51 h.

Manolo, propietario de la cafetería San Telmo, ha denunciado en Lonzas la agresión que sufrió este lunes cuando iba a cerrar el negocio. El hostelero aún se recupera este miércoles del susto y las secuelas del incidente. «Pasé bastante miedo porque tengo ya cuatro infartos y no pensé fuese a sobrevivir. Un quinto ya sería “un adiós que te he visto”. No me dejaba casi respirar», explicó en Voces de A Coruña, de Radio Voz. «Tardé unos cinco minutos en recuperarme. Lo primero que hice fue salir a pedir auxilio. El local de al lado ya tenía todo recogido, pero me echaron una mano en cuanto me vieron. La Policía tomó los datos y me fui al San Rafael a que me hicieran el parte médico. Luego fui a Lonzas a poner la denuncia», prosiguió.

Un hombre «de unos 30 años, con la cara tatuada y piercings en las cejas», precisa Manolo, fue el autor de este brutal suceso. Lejos de ser un asalto en busca de dinero, las autoridades barajan la hipótesis de la venganza. «Había venido el día anterior. Pidió una cocacola. Yo ya lo conocía de vista, de pasar por aquí alguna vez. Es muy fácil quedarse con su cara. Él se sirvió un pincho de cocina y me pidió unos bollitos que tengo para acompañar el café. Después, cuando me di la vuelta, cogió una botella de agua que está para el servicio de los clientes. La puso fuera. Ya no estaba nada tranquilo y lo invité a que se marchara», explicó Manolo. 

El dueño del local, que se encuentra en su hogar recuperándose de los tres esguinces que le causó el agresor, destaca que ya le dio «mala espina» cuando lo volvió a ver al día siguiente a la hora del cierre: «Cerré la puerta y apagué las luces. Al cabo de un rato lo vi pasar hacia arriba. Una chica se paró, vino y me tocó en la puerta para pedir un vaso de agua. Yo no le hice caso y esperé un rato largo. Cuando al final abrí la puerta para salir ya me vino por detrás. Me agarró por el cuello y me metió para dentro. Estaba solo y me Intenté resistir, pero él era más fuerte que yo. Me fue metiendo para adentro. Nos caímos al suelo, me arrastró para detrás de la barra y ahí estuvo unos cinco minutos apretándome la garganta, haciéndome la llave. Sin mediar palabra», relató Manolo.

Tras este desgarrador testimonio, el asaltante le ordenó que le diese todo el dinero que tenía. «Metí la mano en el bolsillo derecho y le di lo que tenía mío personal y de la máquina tragaperras. Serían unos 550 euros», indicó el hostelero.

Manolo, que en octubre cumplirá 66 años y aspira a jubilarse en marzo del 2024, señaló que va a tener que tener la cafetería de la calle Alcalde Salorio Suárez cerrada mientras se recupere. Además lamentó que no haya más efectivos en los cuerpos de la Policía Local y Nacional. «Antes había una comisaría aquí en O Ventorrillo. La sacaron en su momento, y ahora el local lo ocupa la asociación de vecinos. Es una zona bastante conflictiva, sobre todo el centro comercial, que está muy desprotegido. Revientan los locales y tienen muchos cobijos para trapichear. Se ve a la policía pasar en coche, pero cuando llamas tiene que atravesar toda la ciudad»