¿Ir de vinos con reserva y con turno?

Sandra Faginas Souto
Sandra Faginas CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

PACO RODRÍGUEZ

La pandemia nos ha cambiado tanto que hacemos cosas que cuando no había covid ni se planteaban

13 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La pandemia nos ha dejado tocados a todos y ya no somos los mismos. Nos ha cambiado tanto que hacemos cosas que cuando no había covid ni se planteaban. Por ejemplo, salir de vinos con reserva. Antes del 2020, cuando la vida era de otra manera, una bajaba el sábado por la noche por la Estrella, por la Galera o por la Barrera con la incertidumbre y la alegría de que no había nada previsto. Porque esa es en esencia la idea de salir de vinos: entrar en el primer local que te encuentres o que te sugiera buen ambiente para tomarte algo y poder pinchar unas tapas. Y así podías ir enlazando uno con otro, en la gracia de que el azar y los amigos te fueran guiando en ese largo recorrido de no saber en cuál de los locales ibas a terminar.

Sin embargo, desde que la pandemia irrumpió en nuestras vidas, la seguridad y el control se han apoderado del ocio. Y ahora en Coruña es imposible salir sin reserva. Pero no a un restaurante de mantel y alto copete, que tampoco, sino a cualquier local en el que quieras picar unas raciones. Así que en ese exprimir el tiempo y el negocio, los hosteleros también se han abonado al turno, en un horario un tanto exigente que pide que el cliente cene a las 9 o a las 11, cuando todos sabemos que difícilmente nos sentaríamos a la mesa en un horario tan adelantado o tan atrasado. Con el inconveniente de que si vas a las 9 sabes que hay gente que está esperando a que tú acabes de cenar para poder sentarse. No niego que la reserva no sea garantía de mucho orden y más precaución para el que está detrás de la barra, pero que la calle de los vinos se haya llenado de sitios en los que es imposible ir a cenar sobre la marcha rompe con la sorpresa que supone este disfrute. Eso de «venga, entramos y tomamos algo» se acabó. Hay que coger turno.