Más de 12.000 coruñeses ya pueden vacunarse contra el herpes zóster

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Imagen de archivo de la vacunación frente al herpes zóster.
Imagen de archivo de la vacunación frente al herpes zóster.

La inmunización se aconseja a las personas que cumplen 65 y 80 años en este 2023

10 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde este lunes y en sus respectivos centros de atención primaria, los vecinos del área coruñesa que en este 2023 han cumplido o cumplirán 65 años o bien 80 pueden inmunizarse frente al herpes zóster, una patología que en casos causa mucho dolor y en ocasiones puede llegar a comprometer la vida.

En el área sanitaria de A Coruña y Cee, ambos grupos etarios conforman un colectivo formado por algo más de 12.200 vecinos, unos 9.300 de la comarca herculina y el resto del área de influencia de Carballo y Costa da Morte.

Solo en la ciudad de A Coruña residen unos 3.100 vecinos que acaban o están a punto de alcanzar los 65 y otros 2.100 iniciando la octava década de la vida. Todos ellos podrán solicitar la vacuna en su centro de salud de referencia, ya que la campaña se ha programado a demanda de la población diana, los nacidos en los años 1958 y 1943. Aunque el pinchazo se pondrá a petición de quienes lo demanden, «os profesionais sanitarios deberán facer unha captación activa oportunista cando a persoa cumpra os requisitos», subrayan desde la Consellería de Sanidade.

El fármaco para evitar el herpes, que consta de dos dosis que han de administrarse con al menos dos meses de separación, podrá solicitarse desde hoy 10 de abril y se incorporará de forma sistemática al denominado Calendario de vacinación para toda a vida, ya que cada año se irá pinchando a los sucesivos grupos que vayan cumpliendo 65 y 80 años.

Todos ellos se irán sumando a los ciudadanos de 18 años en adelante que ya la venían recibiendo por pertenecer a grupos de riesgo, como los trasplantados o candidatos a recibir un órgano o médula, personas a tratamiento con fármacos anti-JAK (para determinadas patologías inmunomediadas), bajo terapia antirretroviral, con hemopatías malignas o que sufren tumores sólidos en tratamiento con quimioterapia.

«Ahora se pretende comenzar a inmunizar a pacientes de mayor riesgo en función de la edad, en los cuales la enfermedad no suele ser tan grave, pero tiene incidencia mucho mayor a medida que van cumpliendo años», explica Eduardo Fonseca, jefe de Dermatología. El especialista aclara que, si bien no suele suponer un riesgo vital, «es una patología que produce mucho dolor, especialmente después de la erupción cutánea, causa un dolor muy intenso y muy persistente y altera la calidad de vida de forma muy importante». A ello se suman las comorbilidades, ya que a medida que avanza la edad suele afectar a pacientes que sufren otras enfermedades, están polimedicados y que «a veces ya tienen cierta tendencia a la depresión, de forma que al asociarse el herpes todavía se complica más el cuadro», apunta Fonseca.

El plan de vacunación, que se ha adelantado dos meses con respecto a lo previsto inicialmente, es posible que vaya modificándose en los próximos años, ya que «según la tasa de aceptación se irán recolocando pacientes y es posible que, si sobra capacidad, se rescaten cohortes de otras edades».

El sistema organizativo y de administración del suero preventivo será similar al utilizado en otras campañas, como la de la vacunación frente a la gripe o el neumococo, y los especialistas consideran idónea su extensión en una comunidad como la gallega, que ostenta uno de los índices más altos de envejecimiento poblacional. «Aunque siempre hay quien prefiere no pincharse, esperamos una respuesta elevada porque los mayores son un colectivo bastante concienciado, conoce los beneficios de vacuna y sabe que es segura», concluye.

Dolor insoportable y de difícil control

Si en la infancia la aparición del herpes zóster es «súper rara», indica Fonseca, se trata de una patología «muy frecuente a partir de los 65 años y puede llegar a afectar al 7 % de la población». Aunque unos casos difieren mucho de otros, cuanto más avanza la enfermedad, más difícil es su control. «Si no se trata precozmente, la neuralgia a veces es gravísima y tenemos que utilizar todos los recursos disponibles de la unidad del dolor», advierte el especialista acerca de la oportunidad de poder evitar un dolor que muchos definen como insoportable. «Esta vacuna no es por un problema de contagio para prevenir la propagación, no; su beneficio es individual porque el problema son las secuelas, sobre todo el dolor crónico en población de riesgo», indica. Más extrañas son otras consecuencias, como parálisis motora o secuelas oculares.