No se puede huir del carnaval

Antía Díaz Leal
Antía Díaz Leal CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

César Quian

Aportamos dos princesas, un pirata y un alosaurio al jaleo generalizado, del que el dinosaurio y servidora huimos en cuanto mi alma de Grinch consideró que ya había cumplido con su parte de coruñesa adoptiva

22 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Dice mi amiga Elena que somos el Grinch del carnaval. Y este es un papel complicado cuando una vive en esta ciudad, en la que es igual de difícil huir del entroido que tratar de desplazarse, si no es corriendo, un día de maratón.

Después de años intentando escapar de los disfraces, el sábado cogí al minialosaurio con el que convivo y decidí que ya iba siendo hora de ver las comparsas. Igual se me pasa la alergia, pensé. Ya avanzo que no, se ve que es una condición genética resistente a cualquier tratamiento de choque. Y la esquina de San Andrés donde vimos pasar el desfile era lo más parecido a una terapia agresiva que puedo imaginar. No sé yo si el dinosaurio y la princesa medieval que nos acompañaba entendieron algo de todo lo que vieron, a pesar de nuestros esfuerzos en medio de semejante estruendo. Sospecho que jugar al pilla-pilla después del desfile les resultó mucho más divertido. Eso, y el atracón de Chaskis en la plaza José Sellier, que parece ser el único sitio donde sabemos acabar los días de fiesta. Esto está como en San Juan, dijo la madre de la princesa. Salvando las distancias, claro, porque en junio se ven pocas familias de avispones verdes, no hay gente convertida en un karaoke móvil ni se sienta a tomar una caña Braveheart. Nosotros aportamos dos princesas, un pirata y un alosaurio al jaleo generalizado, del que el dinosaurio y servidora huimos en cuanto mi alma de Grinch consideró que ya había cumplido con su parte de coruñesa adoptiva. Pero no desisto: el siguiente paso será mandar al retaco con su limitado repertorio de disfraces a pasar los próximos carnavales a casa de sus primas de Monte Alto, para que descubra que otro entroido (choqueiro, claro) es posible.