Carlos Mena: «Un coro es una de las mayores herramientas de integración social que existen»

hugo álvarez

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

El contratenor es desde hace unos meses el director artísitico de la agrupación de la Orquesta Sinfónica de Galicia

14 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El contratenor Carlos Mena es, desde hace unos meses, el nuevo director artístico del coro de la OSG. A pocos días de su próximo concierto, comenta los retos que plantea esta nueva aventura.

—¿Cómo recibe la oferta y qué supone para usted?

—Dirigí varias veces a la orquesta y al coro. En un momento, la gerencia me pide feedback sobre la situación del coro, porque la relación había sido muy buena y su capacidad se había potenciado en esos programas. Les gustó mi punto de vista y me pidieron un proyecto artístico. Siempre sentí respeto por parte de la gerencia hacia mi opinión, planteando las cosas de forma honesta y libre. No pensé en una dirección artística: lo tomé como una colaboración; pero les pareció interesante y, a partir de ahí, todo fluyó. Me gustó que no fuese un proyecto de miras cortas, sino una visión a largo plazo.

 —A su llegada, ¿qué fortalezas y debilidades identifica en el coro?

—El coro, pese a su trayectoria, estaba en una curva descendente a la que no se estaba atendiendo debidamente. Además, hay una debilidad endémica de los coros amateurs: deben trabajar con una orquesta profesional (en este caso de la categoría de la OSG) y encontrar el equilibrio es complicado. La gran fortaleza es el componente humano y el concepto de sentirse un conjunto más que un grupo de cantantes que no pueden cantar como solistas y cantan en un coro; este sentimiento estaba muy bien trabajado. Por otro lado, el coro respondía muy bien a lo que pedía: había una capacidad de mejora notoria tanto en el momento como a largo plazo.

—¿Cómo puede el coro recuperar la presencia que tenía en el pasado?

—No hay una única razón para que haya bajado la carga de trabajo. Si no atiendo al desarrollo técnico de los coralistas, si no optimizo los recursos, la calidad del coro se resiente y alcanzar ciertos repertorios es más difícil. Hemos aumentado el nivel de trabajo en la temporada 22/23. Quise conocer la situación real para aprovechar al máximo los recursos que tenían. Aumenté las horas de ensayo: esto puede parecer que agotará a los coralistas; pero lo cierto es que acaban más descansados vocalmente que antes. Hay una manera más inteligente de trabajar. Quiero cuidar la salud vocal: no me sirve que el coro alcance hitos programativos si nos dejamos la garganta por el camino. Conciertos y ensayos deben ser una catarsis hacia algo positivo, hacia algo renovador.

—¿Cómo es el trabajo con Javier Fajardo?

—Javier tiene gran capacidad técnica, conocimientos y contacto con la realidad. No podría asumir este proyecto sin él: tenemos plena confianza y nos escuchamos. No es una relación jerarquizada, los dos nos enriquecemos. Es importante saber con qué se cuenta y cómo potenciarlo; y, para lograrlo, la labor de Fajardo es fundamental.

—Como especialista en barroco, ¿cómo ve la necesidad del coro de abordar otros repertorios?

—No podría plantear un proyecto así si no fuese cantante. Soy contratenor y, al decidirme por esta cuerda, creí que me perdería gran parte del repertorio de la música Occidental. Pero mi horizonte creció: abarqué desde música medieval y renacentista hasta barroca y preclásica. Además hice mucha música contemporánea, lo que me obligó a usar otras técnicas de la voz.

El primer proyecto en el que me vi involucrado desde la dirección artística del coro fue La forza del destino, por invitación de Aquiles Machado: un esfuerzo importante para el coro porque las fechas del Festival de Ópera no son las más fáciles para un grupo amateur. Esperamos que esta colaboración continúe.

Mi dirección se alimenta tanto de mi experiencia como cantante como de mi conocimiento como músico: debemos cuidar todos los repertorios y haremos obras posteriores al barroco, incluso música contemporánea.

—¿Qué retos de futuro plantea al coro?

En el aspecto puramente musical y técnico, crecer en identidad interpretativa y vocal. También en recursos técnicos y ampliar su capacidad de repertorio con orquesta tanto en número como en estilos. En lo interno, es importante que tenga una sede para crear una dinámica de trabajo integradora. El colectivo vocal como coro es una de las mayores herramientas de integración social que existen. Cuando el público se sienta a escuchar un concierto de coro hay una proximidad distinta al pensar que puede cantar en ese coro; esto crea una afinidad y una identificación reveladoras y transformadoras de una sociedad. Cada cierto tiempo hacemos audiciones a las que cualquier persona puede acceder. Además, me interesa integrar los tres proyectos (los niños, los jóvenes y el coro adulto).