
Dos focos simultáneos en dos habitaciones de la vivienda okupada movilizaron a última hora de este sábado a bomberos, Policía Local y Nacional y urgencias sanitarias
22 ene 2023 . Actualizado a las 01:18 h.Dos focos de fuego en dos habitaciones diferentes llevan a pensar que el incendio declarado a última hora de este sábado en un narcopiso de la avenida de Oza de A Coruña pudo ser intencionado. Varios vecinos observaron las llamas desde la acera de enfrente, en la confluencia con la ronda de Outeiro, y llamaron rápidamente al 112, lo que permitió que el fuego no se propagase. Eran las once de la noche.
Cuando llegaron los bomberos (una dotación entera formada por tres vehículos y ocho técnicos) no había nadie en la vivienda del segundo piso donde se originaron las llamas. Tampoco en el tercero, habitado por una mujer sola y «cerrado a cal y canto», según explicaron los equipos de extinción, que no necesitaron acceder al interior. En el cuarto piso, donde viven dos inmigrantes sin relación con los okupas que se dedican al trapicheo de drogas dos plantas más abajo, los bomberos comprobaron que la vivienda no estaba afectada por el humo y permitieron a los hombres permanecer bajo techo.
Alrededor de las 23.30 horas, unos 35 minutos después de su llegada, los bomberos recogieron la escalera y las mangueras para regresar al parque de A Grela. Varios coches patrulla de la Policía Local y Nacional y una ambulancia del 061 esperaban en la calle, cortada al tráfico, salvo el carril de la derecha en dirección a Os Castros, por donde se desvió la circulación en ambos sentidos, también de los últimos autobuses que se dirigiían al centro.
En la acera, el presidente de la asociación Gaitera-Oza-Os Castros, Paulo Sexto, lamentó «que el barrio sea noticia por estas cosas». Los vecinos se concentraron en el final de la zona peatonal de A Gaiteira para seguir los trabajos de extinción, que no sorprendieron a muchos, acostumbrados a las idas y venidas de los toxicómanos que peregrinan al piso para comprar sus dosis. Uno de ellos tuvo que dar la vuelta cuando se encontraba a muy pocos metros del camión de bomberos y se dio cuenta de que no podía pasar.
El incendio se produjo a diez días del 31 de enero del 2023, fecha fijada por el juzgado para desalojar el edificio. A las 10.30 horas una comisión judicial acompañada por la policía, recuperará el inmueble y su propietario podrá hacer uso del mismo. Pero antes tendrá que invertir una gran cantidad de dinero en una reforma, pues el edificio está destrozado por dentro y por fuera.
El inmueble, antes de ser okupado, tuvo un inquilino que había subarrendado algunas habitaciones. Todos los meses pagaba religiosamente la renta hasta que enfermó. Ingresó en el Chuac, donde falleció, y así fue cómo el propietario se enteró de qué estaba pasando en su edificio. Al no recibir la mensualidad, investigó y se encontró con el edificio destrozado. E inició un proceso judicial.
Por otro lado, este domingo los bomberos de A Coruña tuvieron que acudir a otros sucesos a lo largo de la tarde del domingo. Así, a las 17:00 intervinieron en la avenida Alfonso Molina por un incendio en un vehículo. Tuvieron que apagar otro fuego que prendió en un contenedor en la plaza de Galicia sobre las 13.50 horas y, sobre las 19.10 horas, recibieron el aviso por un olor a gas en un portal de la calle Juan Castro Mosquera. Una vez allí, los bomberors recorrieron en cañón las escaleras y se requirió a una persona para abrir el bar situados en los bajos del edificio. En ningún momento se registraron mediciones positivas de ningún gas», aclararon. También sobre las 20:10 horas acudieron a la calle José González Chas para ayudar a achicar el agua acumulada por una fuga o rotura de la red o de una instalación particular.