A ver cómo explicas que una ciudad esquinada con 245.000 habitantes tenga un club de fútbol en Primera Federación (la Segunda B de toda la vida del Señor) con más de 24.000 socios
10 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Yo entiendo que es difícil de entender. Quizás no sea la teoría de la relatividad, ni el Ulises, pero desde luego es uno de los grandes misterios de nuestro tiempo. Un enigma a la altura de la factura de la luz, el monolito de Odisea 2001 o las colas soviéticas para comprar un roscón.
Porque a ver cómo explicas que una ciudad esquinada con 245.000 habitantes tenga un club de fútbol en Primera Federación (la Segunda B de toda la vida del Señor) con más de 24.000 socios.
A ver cómo digieres que el entrenador de la selección argentina, nada más ganar la Copa del Mundo, diga que su sueño es volver algún día a A Coruña para dirigir al Dépor allí donde esté. A ver cómo interiorizas que en el perfil de Twitter de Lionel Scaloni siga ondeando hoy la foto de su dorsal 12 en el fondo de Riazor y no la del Mundial de Catar.
A ver qué lección magistral desentraña la lógica de un universo paralelo en el que Lucas Pérez abandona al Cádiz en la confortable primera división para inmolarse en Segunda B con su Dépor.
Lo nuestro, amigos, no se explica aunque traigamos del más allá a Albert Einstein y Marie Curie y los sentemos juntos a pensar muy fuerte en la silla de pensar. Me da que ni siquiera esa señora que sale en un anuncio de lejía y dice que viene del futuro para revelarnos la verdad sobre el lavado —valiente capulla, ya podía revelarnos la combinación del euromillón— podría arrojar luz sobre este secreto insondable.
Los guardianes de las esencias de la tribu me lapidarán por esto, pero yo, que de vez en cuando me acerco a su tumba en San Amaro a charlar un rato con el difunto, sospecho que Eduardo Pondal ya estaba pensando en A Coruña y su amor fou al Deportivo cuando escribió aquello de «non nos entenden, non».