«Empezamos dando de comer a 20 personas y la evolución ha sido brutal», dice el chef del negocio que inauguró en San Andrés en el 2012 y hoy sigue creciendo desde el monte de San Pedro
18 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Luis Veira me envía un mensaje de voz de casi cinco minutos. Escucho su voz y la de tres miembros de su equipo-familia, Iria Espinosa, Santiago Diéguez y Martina García. «Somos como los del Celler de Can Roca, pero en vez de ser tres hermanos somos cuatro y no tenemos dinero. Peros somos súper felices», comenta con su buen humor habitual Luis Veira. «Empezamos dando de comer a 20 personas y la evolución ha sido brutal. Somos capaces de gestionar una taberna, un restaurante gastronómico con estrella Michelin desde hace diez años, dar una boda para 150 personas y hacer un cátering a la vez», resume Iria. «Recuerdo cuando abrimos en San Andrés que no entraba nadie porque pensaban que era una tienda de muebles», rememora Martina. «Tengo los mejores compañeros de vida que se puede tener», precisa Luis. «Y lo mejor es que seguimos hacia arriba y es para estar orgullosos», añade Iria. En esta década pasaron muchas cosas, entre ellas el cambio de San Andrés al monte de San Pedro. Pero lo que nunca varió es el sentido del humor de Veira y sus amigos-compañeros.