El Barrio de Arriba

Luís Pousa Rodríguez
Luís Pousa CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

La escritora Emilia Pardo Bazán (A Coruña, 1851-Madrid, 1921)
La escritora Emilia Pardo Bazán (A Coruña, 1851-Madrid, 1921)

La calle Tabernas de doña Emilia, aún hoy, «se puede atravesar a las doce de la mañana, de bata y en chinelas, sin escandalizar a nadie»

22 mar 2022 . Actualizado a las 13:41 h.

Como al gran Enrique Vila-Matas, a mí también me dan alergia los números redondos. Soy más de números primos que de ceros a la derecha. Así me va. Tal vez por eso, o porque no acabo de ver la relación entre las partidas de defunción y la literatura, se me pasó escribir del centenario de Pardo Bazán, con lo que yo quiero y leo a doña Emilia, miquiña mía, miquiña nuestra, que estás en los cielos.

A estas alturas del año, de la pandemia, de la guerra, de la bola esta que da vueltas con todos nosotros montados encima, la hagiografía de Pardo Bazán ya habrá acabado o estará en las últimas. Porque estos festejos son jolgorios a fecha fija y, el día de autos, se baja la persiana de la hemeroteca hasta el siguiente escritor que sea múltiplo de 50, como las monedas de las taquillas del súper, que solo abren con números redondos.

Pero como yo, ingenuo hasta las cachas, aún creo que el periodismo es eso que se hace cuando ya se ha largado todo el mundo y solo quedáis tú y un testigo abandonado por los focos y la policía, prefiero escribir a toro pasado. Y ahora, marzo del 2022, cuando ya no viene a cuento, o justo por eso, vuelvo a De mi tierra, que rescata en facsímil la misma Diputación de A Coruña a la que la autora dedicaba el libro en 1888.

Y persigo a doña Emilia, párrafo a párrafo, por su Barrio de Arriba, mi Ciudad Vieja, para soplarle al oído que, como anotó en 1888, aquí sigue sin haber tiendas y que los gatos todavía «proyectan su silueta embrujada sobre las tapias de las callejuelas desiertas»; que su calle Tabernas, aún hoy, «se puede atravesar a las doce de la mañana, de bata y en chinelas, sin escandalizar a nadie» y que, como le pasaba a ella, también yo «le tengo afición invencible» a estas rúas. Le sucede lo mismo «a cuantos viven algún tiempo en este viejo barrio».