Herves visto desde el otro lado del valle del río Barcés

CRISTÓBAL RAMÍREZ

A CORUÑA

Cristóbal Ramírez

No es Camino de Santiago, pero sí un trazado histórico

06 nov 2021 . Actualizado a las 23:08 h.

En otros tiempos la N-550 bajaba de Carral a Ponte Lago y ahí comenzaba la subida a Herves. Desde hace decenios por ese puente no pasa casi nadie porque se ha desviado un poco la carretera y, claro, se le ha dado más ancho. Pero no es mala cosa coger ahora la vieja y tirar hacia el interior para sentirse uno de los antiguos caminantes que preferían ir por ese valle del Barcés rumbo a Compostela. No, no es Camino de Santiago, pero sí un trazado histórico.

El visitante va ir por una pista constante y suavemente ascendente, bajo un túnel de árboles digno de aprecio visual y a los 200 metros se le ofrece la posibilidad de continuar de frente por otra pista más estrecha. En caso de elegir esta opción, a los 400 metros se cruza el pequeño núcleo de O Curro y, tras coger a la diestra 300 metros más allá, se llega al Pazo das Cadeas, privado, pero cuyo lateral impresiona porque parece una auténtica fortaleza. Por ahí pasa, por cierto, la ruta de senderismo PR-G 101.

Marcha para atrás hasta aquel desvío que obligaba a ascender, y al interior del valle, para inmediatamente cruzar el río Barcés y dejar a la derecha de pazo da Ribeira, un sólido edificio con una galería magnífica aunque desde luego en no buen estado. La capilla de ese edificio noble está puesta bajo la advocación de San Xoán.

Esta es la DP-2102, que va a discurrir por la margen derecha del río Barcés y en paralelo a él, siempre subiendo poco a poco, salpicada de viviendas unifamiliares que la convierten en una carretera con buen firme, pero por fuerza estrecha. Tampoco hay mucho tráfico, desde luego, de manera que los adultos amigos de la bicicleta pueden dejar el coche al lado del pazo da Ribeira e ir dando pedales sin problemas.

Y poco después de dejar a la diestra un lavadero que se usa, poco agraciado en su concepción si bien con unas flores preciosas que le imprimen un toque optimista y hacen aflorar la sonrisa, un desvío invita a ir a la ascender.

Ahí sí que se sube. Son poco más de un centenar de metros, pero los amigos de la bicicleta ya pueden ir metiendo plato pequeño y piñón grande para llegar hasta la iglesia de Santiago, en el lugar de Sumio. Es este un templo de grandes volúmenes e impecable, con un pequeño lateral cubierto. Data del siglo XVIII, exactamente de 1776, y fue rehabilitada hace pocos años. Sin duda tiene su valor artístico, pero el visitante va a apreciar más el paisajístico: el hecho de que el cementerio no la rodee fue una excelente idea porque así no tapa la extensa vista sobre el valle, con la localidad de Herves al fondo, en la ladera de enfrente.

EL COMIENZO

43º12'04''N 8º21'35''W.

LA FOTO MÁS PERSONAL

En la iglesia de Santiago.

PARA NIÑOS

Ruta no apta para ir andando o en bicicleta.

EL DESAFÍO

Subir en bicicleta la rampa final.