Es lo que tiene Coruña, que te la juegas cualquier día del año a que te «orballe» y baje la niebla para chafarte cualquier plan
03 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Qué tensión y qué nervios se cocieron ayer en Árbore da Veira, y no me refiero a los concursantes que estaban en los fogones de MasterChef, qué va. Los que estaban realmente inquietos eran los invitados que, dispuestos a la mesa para probar los platos de las celebrities, veían cómo a medida que pasaban las horas el tiempo no cambiaba. Con esa postal idílica, con esas vistas de cine, con ese entorno natural increíble, y ni el océano que tenemos delante se descubría para el dron que estaba grabando todos los alrededores. Es lo que tiene Coruña, que te la juegas cualquier día del año a que te orballe y baje la niebla para chafarte cualquier plan. Y este miércoles, en el monte de San Pedro, hubo momentos en que alguno podía pensar que estaba en Coruña como en Cuenca o en Albacete, porque no se veía ni un palmo delante de las narices con lo encapotada que estaba la atmósfera. De modo que encima de ese escenario, y para una vez que nos ponen la cámara delante, los coruñeses que estaban invitados al evento empezaron a hervir: «Si esto lo hubiesen grabado ayer; si las imágenes de Coruña fueran las del pasado lunes, con el solazo que hizo, si vieran todos cómo es...» Esta era la letanía de los que, subidos en lo más alto, iban viendo que su ciudad se quedaba sin rastro en medio de la niebla. Porque si algo nos duele a los coruñeses es no mostrar nuestra mejor cara, presumir de lo bonita que es nuestra ciudad, aunque en el fondo sepamos que pendemos de ese hilo finísimo del tiempo. «¿Cómo van a vernos en el resto del país con este día de ful que les tocó a los concursantes?» es la pregunta que rumiaban los invitados. «¿Vamos a salir como una ciudad fantasma?». Y la respuesta es no. Para una vez que viene MasterChef a Coruña, confirmó Samantha, ¡nos grabaron a tiempo!, así que en la tele luciremos con sol. Despejó.