Adiós a Heroi: el perro extraordinario que fue los ojos, el GPS y el guardián de Manuel

A CORUÑA

El can guía más popular de Os Castros falleció por un cáncer y deja huérfano a un amigo del que era inseparable en A Coruña
18 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Heroi no era un perro más. Su capacidad para retener información y su tacto para cuidar de Manuel sobrecogían. Es cierto que fue entrenado para ello durante dos años en la Fundación ONCE, en Boadilla del Monte (Madrid), pero los propios instructores, como Jorge Valle, comentaron en un reportaje publicado hace algo más de un año cómo los había sorprendido la entrega de Heroi. «Es algo que también depende de la persona con la que están», dijo entonces Jorge Valle.
Esa persona era Manuel, y también su esposa, Isabel. El «vacío» que les ha dejado este perro guía de pelo azabache, confiesan emocionados, «é difícil de contar». Heroi falleció el pasado 22 de marzo por un cáncer. Tenía 12 años y los últimos diez los había pasado en A Coruña como lazarillo de Manuel. «El era o meus ollos. O meu íntimo amigo e compañeiro, todo. E o meu GPS», describe José Manuel Paz (Vilalba, 1947), de 73 años y sin visión desde los 50 por un tratamiento médico. En Os Castros no había vecino que no conociese a Heroi. «Non me apetece saír á rúa. Non me sinto seguro co bastón, pero é que ademais a xente pregúntame por el... No Corte Inglés coñecíano en todas as plantas. Era intelixente, competente e moi sociable. Era un can moi querido na Coruña», cuenta.

Una memoria única
Los perros de la ONCE, cuyo entrenamiento está valorado en hasta 35.000 euros, pasan los dos primeros años de su vida formándose. Primero, con una familia de acogida y después en el centro de Boadilla, hasta donde viajó Manuel para conocer a Heroi. Presumía de que el Flat Coated Retriever que le habían asignado sabía más de 500 direcciones de la ciudad. «Memorizan frases que asocian a rutas», explicó Jorge Valle. Manuel hacía la demostración. Si le pedía ir al París, Heroi enfilaba la avenida de Oza. Si Manuel le sugería una ruta alternativa, Heroi tomaba la avenida del Ejército. Lo mismo para ir hasta María Pita. Cuesta creerlo, pero era real. «Unha técnica da ONCE pediume perdón. Non me cría cando lle dixen que sabía cando o semáforo se poñía en verde, ata que o viu», recuerda.
Siempre iba dos pasos por delante. Comprobaba que no había baches, calculaba las alturas de los pasos de las escaleras e incluso se detenía en los sitios «onde sabía que me gustaba descansar un pouco». No se alteraba ante otros canes, era un profesional, y hasta consiguió acreditación para entrar en la Capilla Sixtina: «No Vaticano aseguráronme que foi o primeiro can que a viu».
Esperando otro lazarillo
En diciembre, cuando le extirparon un tumor, Heroi fue dado de baja como perro guía e Isabel y Manuel lo adoptaron. Están en proceso de que le asignen uno nuevo, pero esto puede demorarse más de seis meses. «Necesítoo para saír seguro á rúa, pero nunca será o mesmo. El cambioume a vida», reconoce Manuel, al que han llamado para vacunar este domingo. Heroi fue la luz de sus ojos y quien le dio color a sus días. Un legado que nadie olvidará en su casa de Os Castros.