Vencidos por el mandilón

Antía Díaz Leal
Antía Díaz Leal CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

MONICA IRAGO

¿Por qué será que todo lo que rodea al cole provoca semejante ansiedad?

08 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En el cole de la ballena (así lo ha bautizado la criatura) nos piden que rellenemos cuatro páginas de preguntas sobre la vida y obra del niño. Conciliando el teletrabajo, una campaña electoral, y la vuelta al trabajo del pollo pegadizo, descargar el cuestionario me ha generado un estrés para el que no tenía el organismo preparado. ¿Por qué será que todo lo que rodea al cole provoca semejante ansiedad? En algún momento se nos ha ido la cabeza con las expectativas que ponemos en todo lo que tiene que ver con los niños. Si no, ¿cómo es posible que haya tenido que leer dos veces la explicación de dónde se borda el nombre del niño en el mandilón?

Esta semana me he visto temblando frente a la matrícula del infante, antes de pasar a la dichosa entrevista previa. Plagada de preguntas de lo más pertinentes, claro, del control de esfínteres al idioma habitual, pasando por una serie de detalles en los que me habría encantado tirar de ironía, pero sospecho que no sería la mejor tarjeta de presentación del pobre niño, que no tiene la culpa de que su madre no recuerde cuántos meses tenía cuando empezó a hablar. O a caminar.

Aunque la mejor pregunta, con diferencia, es esta: ¿cómo se resuelven los conflictos con el niño en el entorno familiar? A ver. Por dónde empiezo. Defíname conflicto. ¿El enésimo «no quiero» que ha dicho hoy cuenta? Quiero pensar que a la mitad de los padres se les habrá pasado por la cabeza un «como podemos, señor, como podemos», pero que habrán optado por la siempre correcta disciplina positiva, que es mucho más ortodoxa. A mí me habrían hecho falta dos páginas más para tratar de explicarlo. Y un anexo para el mandilón.