Los bisbitas pratenses se preparan para partir

Antonio Sandoval Rey

A CORUÑA

A. SANDOVAL

Estos pequeños pájaros nos dejarán en breve para migrar hacia el norte

16 mar 2020 . Actualizado a las 18:49 h.

Estos días de recogimiento responsable, vigilancia extrema de nuestros hábitos y viajes cancelados, es inevitable sentir algo de envidia de las aves migratorias. Por ejemplo, de los bisbitas pratenses. A la vez que van llegando las golondrinas comunes, ellos se preparan para partir. Llevan aquí desde septiembre y octubre, disfrutando de los insectos de nuestros prados y herbazales con la más exquisita discreción. Tan solo se han alterado cuando una persona, o un perro, ha entrado de manera apresurada y descortés en esos lugares. Y con todo, se han limitado entonces a volar y expresar su enojo desde el cielo, con unos trinos concisos y agudos.

Tengo uno justo ahora ante mí, en los campos de la torre de Hércules. Se acaba de posar a poca distancia de donde me había sentado a intentar alejar preocupaciones. Mi idea era limitarme a mirar las olas. Cómo llegan y rompen

Durante los primeros instantes, tampoco él me quita ojo. Luego parece relajarse. Le resulto claramente inofensivo. Lo que hace a continuación es quedarse muy quieto, como entregado a algún tipo de sesuda ponderación.

Para mí que está pensando en algo así como qué va a meter en la maleta para su viaje de primavera hacia el norte. Me pongo en su lugar. Veamos. Le va a hacer falta un montón de energía. Cruzar el golfo de Vizcaya no es moco de pavo, sobre todo si a medio camino se encuentra vientos contrarios. Para eso, cuando llegue el momento del salto deberá estar preparado para alimentarse cuanto pueda en el menor tiempo posible. La previsión ya le habrá aconsejado localizar por aquí cerca algún rincón especialmente fértil en invertebrados.

Luego, tiene que tener a punto las herramientas de navegación: la brújula, el GPS, el mapa, el escáner de estrellas... Y la memoria. De hecho, no es improbable que, a medida que se acerca el momento de su partida, recuerde más y más a menudo el lugar donde nació el año pasado, si es que es solo tiene esa edad, o al que regresa cada año por estas fechas, si es que es un veterano. ¿Pensará entonces en dónde ha encontrado otras veces el material vegetal para hacer su nido en el suelo, entre la vegetación más alta? Igual hasta evoca a sus vecinos, los de su especie y las otras aves de allí.

Si es un macho, quizá sienta además la urgencia de alcanzar ese destino cuanto antes, para jugar con la ventaja de tener todo preparado cuando lleguen las chicas.

Ahí sigue, como tan pensativo. A la vez que le envidio su libertad para viajar, le agradezco la contagiosa resolución que brilla en sus oscuros ojos. Hoy necesitaba algo así. Un ejemplo de coraje y confianza. Le deseo la mejor migración. Y una próspera familia. Y que en otoño, cuando regrese, se traiga consigo en la maleta los más gratos recuerdos.

Huéspedes de cucos

Entre los parásitos de los bisbitas hay algunos mucho más grande que ellos: los cucos. En los países del norte, dejan con frecuencia sus huevos en sus nidos.

Origen británico

Muchos de los bisbitas que invernan en la mitad occidental ibérica provienen de las Islas Británicas. Es habitual que repita año tras año el mismo destino en esos meses de frío.