Tres bandas locales cumplen su sueño

brais novoa / F. Molezún A CORUÑA / REDACCIÓN

A CORUÑA

Escuchando Elefantes en concierto
Escuchando Elefantes en concierto ANGEL MANSO

Portland y LORA telonearán hoy a Patti Smith en Riazor y The Rapants ocuparán el sábado la playa

09 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Que el Noroeste reina ya como uno de los festivales más importantes de Galicia es innegable. Pero la cita también supone una oportunidad inmensa para aquellas bandas que intentan hacerse un hueco en la industria musical: con muchas dificultades en el camino hacia el éxito, las propuestas ajenas a los circuitos mainstream no suelen cejar en su empeño de tocar ante cientos de personas. Y desde luego nada es imposible.

Portland, LORA y The Rapants, tres bandas nacidas en A Coruña, forman parte del cartel del festival que estos días invade la ciudad. Da igual si haces rap, pop o beats electrónicos de última tendencia, la oportunidad es inmejorable. «Estamos todavía asimilándolo», «es increíble tocar en un festival en el que hay de todo», afirman los dos primeros, que compartirán público con Patti Smith (22.45 horas) y Nathy Peluso (00.30). The Rapants tampoco se quedan cortos y ocuparán el escenario de la playa el sábado a las 21.00 horas, calentando motores para Belako (22.00) y The Sounds (00.00). El festival, por tanto, se posiciona como una de las propuestas más atractivas del panorama estatal y una ocasión más para hacer crecer a la industria.

La predicción meteorológica no detendrá los conciertos de hoy como tampoco hicieron ayer con los de Toundra en la carpa del Campo da Leña y Escuchando Elefantes en la de la plaza de la Constitución.

Fueron precisamente estos últimos los que resucitaron el espíritu festivo en una tarde que dejó importantes lluvias, pero que terminó con el pop calmado y medieval del dúo coruñés. Empezaron diez minutos tarde por problemas de sonido y, haciendo de la necesidad virtud, dejaron la amplificación y todo a un lado, y cantaron Sing me a song sin microfonos siquiera en un acústico improvisado íntimo y cercano con el que el público cantó y se animó con las palmas. Las guitarras y los pianos de Silvia y Carlos trasladaron al público la belleza del propio espacio en el que tocaban, con letras profundas y evocadoras que llevan la mente a lugares imaginarios.

Estos dos espacios cubiertos (también el Colón y la Fundación Seoane ofrecen refugio contra la lluvia) transmitieron el espíritu combativo del público, que no dejó de aplaudir a unos artistas que se dejaron carne y hueso sobre el escenario, con sensibilidad y un poder especial para transmitir el alma de una propuesta tan particular como el resto.