Una proyección gigante sobre la fachada de la Torre y un espectáculo de Mercedes Peón conmemoran este sábado el décimo aniversario de la declaración del faro como patrimonio de la humanidad. Así fue el ensayo del llamativo vídeo «mapping»
29 jun 2019 . Actualizado a las 21:01 h.Anoche me llamó la torre de Hércules. Estábamos de aniversario... Y se me había olvidado. Fue hace 10 años. Unas horas después de que en Sevilla la eligieran patrimonio de la humanidad. Estuvimos varias horas juntos: ella, el farero, el fotógrafo y yo. Era su primera noche con el nuevo título. Pedro Tasende, que llevaba más de un cuarto de siglo mimándola, mostraba el corazón de la Torre: la linterna, el lugar donde nace un rayo de luz cada 20 segundos. El cristal de esa linterna quedó negra con la humareda del incendio del Mar Egeo; fue una de las imágenes más impactantes del faros. Pero para Tasende el momento más duro fuera otro, en 1991: «Lo peor de todos estos años fue el hundimiento del Gondiez, con los gritos de los marineros que se estaban ahogando; avisamos al helicóptero, podía tardar media hora y eso era una eternidad cuando estás escuchando esos gritos».
Alrededor de la medianoche de este jueves, esos rayos de luz pasaban sobre las cabezas de una veintena de asombrados visitantes. Antonio Sandoval señalaba a Júpiter cuyas lunas pueden verse con unos prismáticos durante estas noches. El guía Suso Martínez preguntaba si las islas Sisargas serían el Paraíso. Quizá no había que ir tan lejos y en realidad estaba allí mismo, en lo alto de la Torre, en una noche sin viento, bajo un techo de estrellas, con los rayos la luz girando «como un tiovivo», apuntaba Alejandro de Arce, director del monumento. Y hasta alguna estrella fugaz a la que pedir un deseo: que esto no acabe...
«Qué distinto es verlo desde aquí», decía una asombrada Isabel Hervada, la vecina más cercana de la Torre a la que ha fotografiado miles de veces.
Todo había empezado después de que Xosé Alfeirán y Ana Goy impartieran la última charla sobre el faro romano en la Biblioteca de Estudios Locales. Alli se anunció el nuevo libro que publicará la Autoridad Portuaria sobre el monumento y se apuntaron hipótesis sobre el faro. Anochecía y al acercarse a la Torre Sandoval aludía a la posibilidad de poder ver el mítico rayo verde: «Es más fácil verlo con unos prismáticos».
El siempre entusiasta Suso Martínez hablaba de Caronte frente a la estatua de Ramón Conde, de Breogán, ante la escultura de José Cid, del celtismo, de la piedra del destino o del Ara Solis la figura que enmarcaba el sol que se iba. Todo ello subiendo por la rampa. Arriba se encontraba con Carlos III y aludía a su labor en Ferrol, cuyas luces se veían enferente, de los ártabros...
En la entrada al monumento Alejando de Arce y personal del faro repartían faroles para la subir los tramos oscuros de las 234 escaleras. Martínez matizaba la hipótesis de que la piedra que apareció en una excavación sería una antigua linterna del faro, llena de cristales de colores.... Cuestión muy debatida.
En cambio tenía muy claro lo de la estatua de bronce cubierta de oro, «da que se fala moi pouco». Hay restos de ella en el castillo de San Antón, hallados durante las excavaciones, y sería de un emperador romano: «Podería ser Adriano que trouxo moitos beneficios para Gallaecia».
Antes del último tramo de escaleras, Ana Goy llamaba la atención sobre las piedras en forma de T con las que está construido el suelo. Esta estructura, explicaba, hizo que durante el violento terremoto de Lisboa la Torre no se derrumbase.
Durante la subida, los carteles que forman exposición del grupo Hábitat permiten ver los animales que viven en el entorno del monumento. Y cuando parecía que tras los visto en el balcón de la Torre ya no eran posibles más emociones, al salir del monumento los técnicos estaban haciendo pruebas del vídeo mapping que lleva por título Luz e son de Hércules y que podrá verse mañana, sábado, a las 23.00 horas, tras el concierto de Mercedes Peón (21.30) y actividades que habrá durante toda la tarde. «Es impresionante el sonido, el mapping... Orgullosos de ser coruñeses y de nuestra Torre!!!», escribía en Isabel Hervada (@isi_73) en las redes sociales tras ver dichas pruebas. Y hacía una advertencia: «No se os ocurra faltar el sábado...». Estamos de aniversario y a la Torre le gusta la noche.